Al cierre de esta edición la gente continuaba expresando su malestar en el Concejo Deliberante, al que acudió en el marco de la polémica por el acuerdo de hermanamiento que firmaron la semana pasada el intendente de Villa Nueva, Guillermo Cavagnero, con su par de Villa María, Eduardo Accastello.
Como se conoce, un punto de ese convenio atizó el ambiente, ya que facultó al Gobierno local a obtener un préstamo de un millón de pesos por parte del municipio villamariense para hacer frente al pago de los sueldos de los trabajadores.
Anoche, tras dar tratamiento al Orden del Día de la sesión habitual (en la que los ediles radicales Sandra Bailone y Javier Pérez reiteraron su rechazo al polémico hermanamiento), el presidente del órgano parlamentario, Mauro Bizzarri, otorgó el uso de la palabra al público presente, que fue masivo y atestó la sala: más de cincuenta personas concurrieron para dar su parecer, en su gran mayoría en contra del proyecto oficialista.
Por cuestiones de tiempo y espacio, en nuestra edición de mañana se desplegarán todas las posiciones, con fotos del encuentro. Lo que sigue es un extracto de las declaraciones de la gente:
Ester Montoya: sostuvo que la ordenanza aprobada está viciada de nulidad legal, por la posibilidad del pedido de un préstamo, lo que deriva en un tratamiento en doble lectura, con audiencia pública incluida, algo que no se hizo.
Carlota Moreno: “Si hoy no tenemos un millón de pesos, el próximo mes cómo vamos a tener 1.100.000”, advirtió en alusión al millón para pagar los próximos sueldos y 100 mil para cumplir con el eventual crédito villamariense. “Villa Nueva no puede caer en manos de ambiciosos”, alertó.
Facundo Altamirano: solicitó la derogación y fue aplaudido por la mayoría.
Enzo Moretti: deslizó que puede hacer juicio político a los responsables de este acuerdo.
David Ruiz: advirtió que debe darse la emergencia económica.
Federico Magrín Torres: resaltó la obligación de dar publicidad a los actos de Gobierno, algo no respetado en la Sesión Extraordinaria.