En los estantes de un aula silenciosa del Campus, entre los tomos de Homero y Virgilio, gramáticas griegas y diccionarios de latín, sacan pecho las obras de Borges, Sábato y una colección tan heterogénea como inhallable de libros de Leonardo Castellani, sacerdote jesuita muerto en 1981. Quizás sea ésta la mejor metáfora para hablar de una convivencia perfecta: la que mantiene el Centro Filológico con el Centro de Pensadores Argentinos; dos creaciones del ex decano de Ciencias Humanas Daniel Lasa, que funcionan en un mismo y pequeño santuario y que hoy continúan vigentes bajo el mandato de Luis Negretti.

Sin embargo, la intención de este artículo es ahondar en la actividad dedicada a los pensadores nacionales; la que abarca no sólo a los filósofos declarados sino también a escritores, científicos o políticos de cuyas obras se desprende una concepción del mundo y del hombre.
“El centro nació como un modo de la memoria, para evitar que el olvido sepulte a grandes pensadores que tuvo la Nación. La idea es que hagamos en conjunto un trabajo de exhumación de esos pensamientos para leer mejor la actualidad. Hay una riqueza enorme en muchos de esos autores, riqueza que hoy no se aprovecha porque no se conoce. Creo que nos toca a nosotros rescatar y comentar esos textos y proponerlos a la sociedad actual para los jóvenes. Por eso estamos abiertos a recibir propuestas de trabajo de docentes e investigadores que se quieran unir a las nuestras”, comenta Lasa.
Cuando se le pregunta por el corpus de autores olvidados, el doctor desempolva el nombre de grandiosas autoridades en la filosofía cordobesa como una pléyade en el cielo del olvido: Nimio de Anquin (1896-1979), Carlos Astrada (1894-1970) y su admiradísimo Alberto Caturelli (nacido en 1927). Pero también hace extensivo su radio de interés a otras geografías: Coriolano Alberini (1886-1960) o Alejandro Korn (1860-1936) y por cierto, Leonardo Castellani (1899-1981), quien tiene en la figura del becario Juan Pablo Abraham no sólo un estudioso sino un acérrimo defensor, casi un espadachín.
“El caso de Castellani en el que estoy trabajando, es un típico caso de olvido nacional, comenta Abraham. Pero resulta que por esos misterios que se producen en el mundo de las ideas, hoy está siendo estudiado en regiones insólitas del país. He tenido la oportunidad de viajar a congresos en Mendoza, Santa Fe y Jujuy y asistir a ponencias sobre su obra. Castellani está resurgiendo, lo que demuestra que el suyo es un pensamiento fresco, completamente necesario para entender mejor el presente.”
¿Cómo definirías el pensamiento de este padre jesuita?
- “Como una extensión absoluta de su vida; una búsqueda incesante por armonizar conocimientos científicos y fe religiosa. En su obra hay una tendencia a unir eso que el hombre contemporáneo quiere separar.”
¿Por qué fue olvidado?
- “Porque decía lo que pensaba indiscriminadamente. Y cuando uno dice ciertas verdades, los otros se molestan y luego te ignoran. Y Castellani sufrió los dos golpes. Era una persona extremadamente formada y comprometida que no transaba con nadie. En el famoso encuentro con Videla, Borges y Sábato, Castellani fue el único que reclamó por el escritor desaparecido Haroldo Conti.”
¿Y en qué consiste tu trabajo?
- “Básicamente en hacer una selección de textos suyos y una reflexión filosófica, clara y sencilla, sobre los temas que él abordó a lo largo de su vida.”

Perón por Lasa

Por su parte, Lasa prepara un libro sobre el ex presidente Juan Domingo Perón. El libro saldrá publicado este mes, posiblemente por editorial Dunken de Buenos Aires conjuntamente con la UNVM. El catedrático explica a grandes trazos la idea del libro: “Lo que voy a tratar es la filosofía de Perón. Es decir, yo entiendo que detrás de él hay una filosofía que copia de autores europeos y la aplica a la política nacional. El libro se concentra en un análisis exhaustivo de la conferencia que Perón diera en 1949 en el Congreso Nacional de Filosofía celebrado en Mendoza, que luego fue publicado bajo el título de “La comunidad organizada”. Yo creo que ahí está la clave de todo el pensamiento peronista, marcada por el actualismo del italiano Giovanni Gentile quien fuera el filósofo de Benito Mussolini. Las piezas encajan todas leídas desde ahí”.
Iván Wielikosielek
-Especial UNVM-