El viernes por la noche se llevó a cabo el acto de inauguración de la restauración del interior de la capilla del Instituto San Antonio.
En la ocasión se detalló el trabajo realizado por el arquitecto Hugo Las Heras junto al artista plástico César "Titina" Bravín y el carpintero Juan Calvo, por el cual se logró revivir un templo que cuenta con más de un siglo de vida y que se erigiera como la única construcción gótica de la ciudad, entre las distintas sedes religiosas.
En la velada, organizada por la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, estuvieron presentes la docente Blanca Trento (representante legal de la institución), los familiares de los constructores de la capilla y del pintor a su cargo, el italiano Giuseppe Bassoli.
Por su parte, el obispo José Angel Rovai destacó las características de la obra a la vez que -como ya hemos comunicado ayer- se pronunció a favor de la canonización de la beata Madre María del Tránsito Cabanillas.

@ "Aportes a la cultura"

El arquitecto Las Heras, en tanto, mixturó su alocución con joviales anécdotas que suscitara la restauración. Como la de una piedrita situada en la pared de una de las alas que no había sido pintada en una primera instancia y tuvo que ser repasada luego que una alumna del colegio, en una visita interna, se percatara de ese fallo, al reconocerla entre miles. Luego, el especialista destacaría el aporte del municipio, siendo "uno de los pocos gobiernos que apuesta a la cultura".
Asimismo, el intendente Eduardo Accastello, en la misma ceremonia, prometió un apoyo estatal para el reacondicionamiento de la fachada, que comprenderá la segunda etapa de remodelación de la capilla.