Escribe: Daniel Cerutti
Con un trabajo convincente y seguro en todas sus líneas en el segundo tiempo, Playosa salió de perdedor y obtuvo un meritorio triunfo (1-0) frente a un River que fue protagonista en la primera sección del encuentro.
El trámite intenso, pero carente de precisión en ambos conjuntos, más las acciones esporádicas frente a los arcos y un escaso volumen técnico caracterizaron los momentos iniciales de la brega.
River produjo, a través de Santunione y González, las mejores jugadas con perspectivas de riesgo, siendo en su mayoría solventadas con correcta resistencia por parte del arquero Ambrosio y defensores playosenses. El “albo” fue menos constante en sus cargas, que tomaron cierta peligrosidad cuando Facundo Menegotto lograba panorama suficiente para encontrarse con Ibáñez o con Piva.
River tuvo dos opciones netas con Carena e Izaguirre, mientras que José Semenzín malogró otra muy favorable, desviando su disparo apenas a dos metros del arco de Garofani.
Los ataques con orientación poco variable, muy anunciados y sin profundidad, facilitaron la labor defensiva, que se fue afirmando con el correr de los minutos. Dentro de ese nivel apenas discreto, fue River quien intentó llegar con mayor claridad; Playosa respondió con contragolpes aislados que no produjeron fisuras en la retaguardia de la banda roja, debilitándose así cualquier perspectiva de vulnerar el arco del huésped.
El empate con que finalizaron los primeros 45 minutos puede considerarse justo, aunque River tuvo algunos pasajes más elaborados de juego que no tuvieron definición concreta por su falta de convicción en los momentos precisos del toque final.
En el segundo período Playosa varió su sistema, con un proceso paulatino de integración que le permitió mejorar mucho su trabajo inicial y llegar a la victoria al término del partido. Menegotto comandó, con buen apoyo de Ibáñez y Piva, la levantada playosense, que antes del gol definitivo produjo situaciones de peligro frente a Garofani, preanuncio de una conquista que no se hizo esperar. A los 14’, muy buena incursión Menegotto (la figura) que, a fuerza de decisión, ingresó al área y fue trabado en acción ilícita sin sanción, pero con dificultad pudo rematar y generar el rebote en el arquero, que fue empalmado con potente remate por Piva, que se clavó en el medio del arco y marcó la mínima diferencia.
La obvia reacción de Ríver fue “a los ponchazos”, sin jerarquía en la elaboración del juego y salvo algunos disparos de larga distancia no consiguió inquietar a la sólida estructura defensiva local, que tuvo un trabajo sin fallas.
La parte final mostró a un Playosa afirmado en su función, motivado por el triunfo parcial y peleando la posesión del esférico en todos los sectores, privando de la iniciativa a un River confuso y poco organizado.
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