Tal vez, los últimos dos partidos previo a la goleada sufrió y entregó todo el resto que le quedaba, afirmado a una mínima esperanza de lograr el objetivo de eludir el descenso directo, pero el destino quiso que Unión Central retorne a la división B, tras un año cambiante y poco fructífero en la mayor categoría del fútbol local.
Ayer, en Tío Pujio, Hipólito Yrigoyen, que se sacó una mínima preocupación y ya piensa en la próxima temporada, lo goleó por 5-0 y definió el descendo directo del elenco “aurinegro”, algo que ya se presagiaba tras los resultados que cosechó desde el inicio del campeonato.
Tras un recambio, tando de mandato como de jugadores, del Apertura al Clausura, el equipo de calle Rucci nunca pudo recomponerse del mismo, y para colmo los problemas cotidianos de varios equipos de fútbol local, en el cual todo falta y hay poco apoyo, también condicionó las esperanzas de un equipo que dejó todo, pero no pudo torcer la historia.
Dos goles de Lucas Morre, otros dos del ingresado Danilo Ponce y el restante de Diego Pedernera, fueron los autores de la goleada del equipo de Germán Vicario, que no pasó sobresaltos frente al equipo de Néstor Vicario, que terminó con uno menos por la expulsión de Pablo Taborda.
Si bien puede alcanzar a Central Argentino, el reglamento del torneo indica que cuando dos equipos comparten posición a excepción del primer puesto, se define por partidos entre sí y en dichos duelos saca ventaja el “expreso rojo”, que lo goleó en el choque de la segunda ronda del certamen (en la primera empataron).
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