Señor director:
¡Cómo empezar un agradecimiento tan grande y conmovedor a la vez!
Bueno, primero que nada agradeciendo a la Universidad Nacional de Villa María y a todo su personal por el apoyo, por la contención, por la preocupación, por los llamados, por los mensajes y por la ayuda económica.
La verdad, me quedo corta en el agradecimiento porque es enorme y a la vez es poco escribirlo así, pero quiero usar este medio ya que el sábado vi la foto de Ariel (Valdemarín, su esposo) en EL DIARIO.
Mi agradecimiento al Profesorado de Educación Física del Instituto La Santísima Trinidad por su apoyo emocional, como así también económico.
También quiero agradecer a mi escuela, a mi IPEM 322 “Manuel Belgrano” de Villa Nueva, por su contención, su apoyo, su preocupación y por su aliento, tanto hacia mí como a mi familia.
A mis amigas del alma, ¡¡¡gracias!!! La verdad, no voy a dar nombres porque no quiero olvidarme de nadie. Los tengo a todos en mi corazón.
El 3 de setiembre fue un día durísimo, desesperante, para mí y mi familia. Pero cuando llegué a Santa Rosa, La Pampa, Dios me dijo: “No caigas, levántate y lleva adelante esta prueba”. Eso me mantuvo y me mantiene en pie hasta ahora. ¡Es tan grande Dios y te enseña tanto!
Hoy, los ojos de Ariel son otros, su mirada es otra y nuestra vida es diferente también, pero nuestro Dios nos guía día a día y, por sobre todo, te enseña algo tan asombroso como el milagro de la vida.
Hoy estamos en Córdoba, mañana no sé. Sólo quiero pedirles que, desde donde estén, la mucha gente que aprecia a Ariel le mande toda la fuerza para seguir luchando por su vida. Viene una etapa difícil para todos en la familia, mucha paciencia, tiempo para su rehabilitación, pero sé que Dios nos acompaña y nos guiará en esto.
Mi agradecimiento a todos y sobre todo a mi hermana Sofía, que no se despegó de mí ni de Ariel en los 41 días que él estuvo en Santa Rosa.
¡¡¡Eternamente gracias!!!

Soledad Monge
Esposa de Ariel


Nota de la Redacción: el entrenador de Atletismo y docente universitario Ariel Valdemarín (40) tuvo un vuelco con su automóvil y sufrió gravísimas lesiones. Iba acompañado por su hijo Santiago (7), quien resultó con heridas de consideración en el rostro, y la atleta Giuliana Piva (19), que padeció lesiones leves. Ariel está internado en el Sanatorio Allende de Córdoba, donde es sometido a rehabilitación.