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Parte de la parcialidad de Rivadavia protesta en la puerta de los vestuarios, mientras algunos jugadores buscan tranquilizar la situación |
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Escribe: Juan Pablo Morre
El gol de Cristian Fernández que le brindó el triunfo a su equipo en una jugada que todo Rivadavia pidió una posición adelantada de Palacios, el asistidor en la jugada, fue el detonante final para el bochornoso desenlace del partido vivido en barrio Santa Ana.
Es que tras el nuevo gol en contra de su valla, los jugadores, desde dentro del campo, y su parcialidad desde afuera, se quejó raudamente por el gol en contra sobre el asistente Damián Fernández pidiendo offside, mientras muy cerca, el árbitro Marcelo Villagra realizó nuevas expulsiones (Peretti y Russo)... Todo ello provocó que todos se le "fueran al humo" a la terna arbitral que terminó encadenando encontronazos con golpes de puños entre algunos jugadores y el técnico del elenco cabralense principalmente con el primer asistente Fernández, quien también respondió con agresiones.
Ahí nomás entró la acción policial para frenar como podía el tumulto y resguardar adentro de su vestuario a los referíes, mientras a un costado, la parcialidad del "verde", con sus principales dirigentes a la cabeza, rompió la reja que prohíbe el paso al campo de juego a la par del banco de suplentes local, y rodearon el vestuario de los árbitros.
Los insultos, las quejas airadas, las amenazas y las agresiones, sumados a la invasión del campo de juego, provocó la suspensión del partido, mientras a un costado, sin salir del campo de juego, observó los incidentes el otro equipo en cuestión (Argentino).
Sin dudas que no hay justificación alguna por el hecho suscitado en cancha de Argentino, porque más allá de los errores arbitrales o las suspicacias que siempre aparecen en estos casos, especialmente en los finales de campeonato, ayer sólo quedó reflejada otra mancha negativa para nuestro fútbol cotidiano.
Así culminó un partido vital en la lucha de los primeros puestos del campeonato, en el cual el que se quedó con las sonrisas fue Argentino, que pese a tener un panorama complicado tras el final del primer tiempo, en el complemento dio vuelta el marcador y todavía le da pelea a Alem, mientras la visita se llevó la peor parte, porque perdió el partido, la cima y prácticamente se despidió de la manera menos esperada de un campeonato que tuvo en sus manos.
@ Lo previo
En el primer tiempo, Rivadavia apostó a la réplica rápida y bloquearle los avances al local, que metió mucha gente en campo contrario.
De a poco, ambos elencos comenzaron a encontrar espacios para desnivelar, tanto colectivamente o con apariciones de sus individualidades. Por lo que, Argentino llegó por izquierda y generó dos opciones mal terminadas y, como contrapartida, el verde inquietó con disparos sin peligro de Erregarena y Russo.
No obstante, la visita se puso en ventaja imprevistamente a los 30 minutos, cuando Russo envió el balón al corazón del área chica en un tiro libre y apareció sin marcas Valle, quien tras desviar la trayectoria de la pelota, logró la apertura del marcador ante la quietud en la línea del arquero local.
Pese a ello, Argentino respondió rápidamente tras una muy buena jugada individual de Fernández, quien a pura habilidad desbordó por derecha hasta llegar al área chica, y asistir a Giménez, quien marcó el empate.
Pero, tras reanudarse el juego, nuevamente Valle entró en acción y en una mezcla de viveza y de ingenuidad de su marcador, provocó un claro penal, que el "Vasco" Erregarena canjeó por gol.
Y, un minuto después, Andradada se equivocó en una reacción que podría haber obviado (empujó a un rival) y el árbitro Villagra lo expulsó.
En el complemento, pese a tener uno menos, un solidario Argentino fue más que un Rivadavia con poco juego asociado (dependió mucho de los avances de Russo y Berterame por el medio al no tener desbordes que pretendió por los costados) y prácticamente sin inquietar a Suárez.
Por lo que, a los tres minutos, Gonella envió una pelota bombeada al área del elenco visitante, la misma no pudo ser interceptada, tanto por los atacantes como los defensores, y le llegó a Giménez por atrás, quien definió efectivamente y decretó el 2-2.
Con la igualdad, Rivadavia mejoró su funcionamiento y busco acercarse sumando más gente en campo contrario, pero volvió a tener otro golpe, esta vez vital, cuando Erregarena se fue a las duchas por agredir a Jacobi.
Ya sin su principal arma en ofensiva, Rivadavia no llegó al arco rival y mermó físicamente, mientras Argentino, tras tomarse un respiro, volvió a atacar en la última parte del partido y se encontró, tras haber desperdiciado previamente otras opciones de gol, a los 37 minutos con el gol del triunfo, cuando Giménez habilitó a Palacios, en supuesta posición adelantada, que tras bajar la pelota, se la cedió a Fernández, quien sólo debió empujar la pelota al fondo del arco.
Después del gol se vivió la otra parte de un partido que no merecía dicho final, pero la violencia volvió a hacerse presente en el fútbol local.
La figura: Lucas Giménez, si bien no estuvo muy lúcido con la pelota, fue vital en sus aparaciones para darle el triunfo de su equipo, al anotar dos goles y habilitar en el tercero. También fue muy bueno lo de Cristian Fernández, y de Gonzalo Valle en la visita.
El árbitro: Una actuación muy floja de Marcelo Villagra, quien cometió consecutivos errores, más allá de que en las primeras dos expulsiones hay que darle la derecha, ya que existieron las agresiones. Las ubicaciones de los jugadores (Giménez y Palacios) en los dos goles del local en el complemento son cuestionables, especialmente la del tercer gol.
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