Esto es bueno saberlo y para ello acudimos a la bibliografía y jurisprudencia que generosamente nos aportan cada año las empresas que participan de este suplemento del seguro.
Un accidente de tránsito puede tener por damnificado a un transeúnte, ciclista, motociclista o conductor de cualquier tipo de vehículo que simplemente circula en la vía pública de paseo, en viaje de placer o cualquier otro motivo. La cosa cambia totalmente si se produce en el trayecto de su casa al trabajo o viceversa o bien está realizando algún trabajo en esas condiciones.
Para ello debe considerarse la modificación en materia de Riesgos de Trabajo incrementando los montos de las prestaciones dinerarias de la Ley 24.557 y eliminando el tope en el monto de las prestaciones con sustancial aumento de las indemnizaciones.
La nueva norma vigente por hechos posteriores al 6 de noviembre de 2009 también eliminó el tope de 180 mil pesos y contempla como contingencia laboral a los accidentes “in itinere”, es decir, en el itinerario, en el trayecto, al igual que la indemnización en caso de accidentes de trabajo en circulación.
Para no entrar en mayores detalles que cada empresa o cada productor de seguros conoce, digamos que a lo expresado se suma el resarcimiento establecido por muerte, incapacidad parcial o total, sin dejar de lado el natural incremento de costos tanto en los casos de Riesgos del Trabajo como en los de Responsabilidad Civil. En pocas palabras: un accidente con un trabajador en el trayecto o en su función sale mucho más caro y las indemnizaciones también son sustancialmente mayores. Un buen seguro lo pondrá a cubierto de sorpresas desagradables.