Después de mucho tiempo de estar en vigencia en el país la actividad aseguradora, fue la Superintendencia de Seguros de la Nación la que en el pasado Siglo XX consagró el 21 de octubre como el “Día del Seguro”.
Antes, en 1811, fue Bernardino Rivadavia quien fundó la primera Compañía de Seguros en la convulsionada y naciente República Argentina.
Sin embargo, vamos más atrás en la historia y encontramos que mucho antes de la Revolución de Mayo, el 7 de noviembre de 1796, se constituyó la primera Compañía Colonial del Seguro en Buenos Aires. Se llamó “La Confianza”.
Muchas décadas transcurrieron hasta llegar a la vigorosa actividad actual en la que hay que incluir, también, a los Productores Asesores de Seguros, verdaderos nervios y motores en el vínculo entre los aseguradores y los asegurados.
Ellos tienen “su” día diferente que es el 25 de octubre, pero el espíritu del trabajo es uniforme. Son la cuota adicional de confianza y respaldo que se suma para dejar en manos de terceros el patrimonio por el que deberán responder puntual y solícitamente cuando las circunstancias -los llamados siniestros- requieran de su parte.