“Seguimos con el hermanamiento entre las Villas”
Todos conocemos la cuestión de la que hoy se habla.
Ya sabemos que los intereses merodean como fantasmas, en cada una de las cláusulas de este acuerdo, pero también sabemos que hay cosas que suceden hasta en las mejores familias cuando de plata se está hablando.
Si hay algo que repartir, todos están haciendo cola. Si hay que juntarse para ayudar al vecino, al hermano o como les quieran llamar, se dice, indefectiblemente, ¿y a mí qué me das?... ¿cuánto me toca? No seamos ingenuos. Nadie da nada sin esperar retribución.
Detrás de este empecinamiento de querer que nos endeudemos con ellos y no con otro ente, debe estar seguramente ese escondido, viejo pero resucitado proyecto de convertir a Villa Nueva, en la prolongación de la Villa María “poderosa”.
Hay por ahí, dando vueltas, un proyecto inmobiliario ambicioso pero mezquino a la vez.
Se trata de aprovechar la ocasión de insolvencia de un municipio, para saltar como buitres sobre él.
Este hilo endeble y a punto de cortarse, está en la mira de tres o cuatro cabezas perversas y ambiciosas, y del otro lado hay una cabeza vacía de ideas; hueca, pero llena de fantasías, o lo que es peor…puede que se ponga al lado de los buitres a rapiñar de los despojos de una ciudad sorprendida, que puede reaccionar a tiempo si la alertamos.
Esto no es inocente, esto no es un maldito sueño que nos desveló anoche. Esto es lo que nos pasa, queridos conciudadanos.
No nos dejemos envolver con esta madeja de malos fundamentos, de argumentos falaces, que sólo los pueden aceptar aquellos que se atornillan al sillón que no merecen.
Carlota Molina de Moreno
Somos pobres, pero dignos
No tenemos ganas, eso no tenemos ganas de que nos metan el dedo en la boca.
¡Ya estamos grandes!
Ya estamos grandes para los chupetines; ya estamos grandes para dejarnos engañar .
Ya otras veces lo intentaron.
Ya otras veces nos quisieron envolver con los beneficios que ninguna otra ciudad en la misma posición, consiguió.
Andan los buitres sobrevolando, pero no podrán con nosotros.
Cómo no vamos a ser pobres con estos conductores, que a la repetida dificultad, y habiendo perdido (habría que saber por qué) el amparo de la Nación, se les ha inundado la cabeza donde deberían estar las ideas de campaña, ideas que nunca tuvieron.
Para flotar, sólo atinan únicamente al endeudamiento sospechoso.
Y lamentablemente lo pueden hacer, aún siendo ilegal.
Pero hay un juez insobornable: la Historia.
Hay un juicio inapelable: un pueblo digno que soportará la flagelación con estoicismo.
Si nos queda, aunque sea una pizca de dignidad, seamos protagonistas en esta encrucijada que nos atraviesa el destino.
Ciudadanos defensores de la Autonomía de Villa Nueva
Soberanía alimentaria
A propósito de haberse celebrado el 16 de este mes el Día de la Soberanía Alimentaria.
Esta Soberanía es el derecho de los pueblos y sus Estados a definir su política agraria y alimentaria, protegiendo la producción agrícola local y la agricultura familiar. Es el derecho de la familia rural a producir alimentos de forma sustentable y de los consumidores a decidir qué consumir y conocer cómo y quién lo produce. La Soberanía Alimentaria ofrece una estrategia, que incontables organizaciones rurales y urbanas, movimientos campesinos e indígenas, se dan para resistir y enfrentar a un sistema depredador que privatiza la vida en pos de la obtención de ganancia.
Quienes formamos parte del colectivo de La Verdecita militamos diariamente las banderas de la Soberanía Alimentaria, defendiendo el cinturón fruti hortícola de nuestra zona, promoviendo sistemas alimentarios y agrícolas sustentables y donde la gestión de los mismos esté en manos de sus actores principales, los productores y productoras locales.
En todo el mundo somos las mujeres quienes en su mayor parte sostenemos la agricultura familiar pero también somos quienes sostenemos la producción y reproducción de la vida, y somos las mujeres y especialmente las compañeras de los sectores más postergados quienes llevan las de perder en tiempos de crisis o cuando los bienes naturales y los cuerpos se convierten en recursos económicos de los grupos concentrados de poder.
Tiempos de cambios recorren nuestra América, los pueblos del otrora Primer Mundo se levantan contra el voraz poder financiero-especulador. Nosotras/os desde el norte de la ciudad de Santa Fe, saludamos a todos los que luchan por la defensa de la Soberanía Alimentaria, que es en definitiva la defensa de la vida y del medio que la hace posible, nuestra Madre Tierra.
Colectivo de la Granja Agroecológica La Verdecita
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