“Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.”
El pueblo de a pie, haciendo historia. Muchos villamarienses posiblemente estén descubriendo por estos días el fuerte arraigo de los villanovenses a su ciudad, a sus costumbres, el apego a su historia. Quizá ahora se comience a comprender por qué la frase “son lo mismo” en Villa Nueva no suena igual a la vez que genera respuestas poco amables. Los villanovenses estamos movilizados para defender nuestra ciudad de quienes quieren someterla a otros intereses, subestimando la opinión de los ciudadanos y la tenacidad de quienes no hemos de aflojar cuando lo que se juega es la ciudad. No es nada grato abandonar nuestras ocupaciones habituales para defender aquello que hemos delegado mediante el voto en los representantes, no nos gratificamos en absoluto cuando a la ciudad le va mal, no disfrutamos de renegar horas buscando soluciones que no encuentran quienes tienen la responsabilidad institucional de hacerlo. Sin embargo aquí estamos, desafiando todos los pronósticos, organizando-nos, construyendo-nos y haciendo historia; la historia que se hace desde abajo, desde el pueblo organizado y no desde las cúpulas. Es muy notorio, a mi entender, que esta movilización de ciudadanos en defensa de la autonomía villanovense transite por fuera de los partidos. Muchos de los involucrados militamos hace años en distintos espacios partidarios, sociales, culturales, barriales, etcétera, pero somos sujetos políticos y nos estamos encontrando en espacios donde trascendemos esas diferencias porque éstas no tienen sentido si no tenemos ciudad. No podemos dejar de ser quienes somos para esta causa, no podemos quitarnos la piel de la militancia de años ni queremos hacerlo. Cada quien hace su recorrido y hoy ese camino nos encuentra juntos, conscientes, intransigentes… luchando. Fruto de este “convenio de sometimiento” que llamaron “hermanamiento” cientos de vecinos estamos impulsando la primera iniciativa popular de la historia de la ciudad. Por primera vez en Villa Nueva esta emblemática figura consagrada en la Carta Orgánica se está poniendo en marcha, reuniendo en dos noches casi la totalidad de las firmas necesarias para poder presentarla. ¿Qué es eso sino un pueblo que se expresa con contundencia y que marca un freno, un alerta, a quienes parecen no querer escucharlo? La semana que comienza recorreremos algunos barrios sumando la adhesión de quienes tengan voluntad de hacerlo, firmando la Iniciativa Popular, sin partidismos, sin aparatos, sin intereses mezquinos, sin obedecer más que a la voz de los de abajo, de los que hacen todos los días más digna a Villa Nueva y que no se resignan a entregarla, por muy mal que hoy estemos.

Federico Magrín Torres
DNI 28064411