Para comenzar a tratar del tema primero me parece importante definir la incontinencia como toda pérdida involuntaria de orina precedida o no de un esfuerzo, tos o estornudo.
Es una patología muy frecuente en la mujer (una de cada cinco mujeres de entre 25 y 55 años padecen esta enfermedad, que se suele esconder por pudor o miedo o una condena social).
Hace varios años se está desplegando y con muy buenos resultados la Kinesiología para el tratamiento de la incontinencia de orina.
Para tratar de imaginar en qué consiste el tratamiento kinésico, tenemos que ubicarnos en la cavidad pelviana. La misma está cerrada debajo por el periné, que va desde el pubis hasta el coxis, conteniendo por encima a los órganos pélvicos. Ellos son: vejiga, uretra, útero y recto. Es así que el periné ayuda a sostener estos órganos y forma también los esfínteres urinario y anal. Es decir que podemos tratar la incontinencia, por ejemplo, rehabilitando el periné. A este músculo lo encontramos en la vagina y es el que debemos entrenar en este tratamiento, para fortalecer los esfínteres y mejorar el sostén de los órganos pelvianos.
La contracción del periné no siempre puede hacerse en forma correcta al recibir la orden verbal: del 30% al 50% de las mujeres a las que se les enseña este ejercicio de esta forma creen hacerlo bien, pero realizan un trabajo muscular inverso, pudiendo empeorar la incontinencia.
Podemos valernos del biofeedback o biorretroalimentación, para ayudar al paciente a tomar conciencia de cómo hacer correctamente el ejercicio y electroestimulación, con excelentes resultados.
La sesión se desarrolla en posición ginecológica, la posibilidad de superar los trastornos que la incontinencia genera en la vida de relación, justifica ampliamente embarcarse en este tipo de terapias, que ya se encuentran en nuestra ciudad.

Lic. Alejandra Martinetti
MP 05935
Urolit