Todas las fuentes del oficialismo consultadas ayer y el lunes por EL DIARIO, coincidieron en exhibir su despreocupación por la recolección de firmas que llevan adelante algunos grupos de vecinos, quienes se oponen al acuerdo de hermanamiento firmado por los intendentes Guillermo Cavagnero y Eduardo Accastello, y buscan la derogación de la ordenanza que aprobó el mismo.
Es que, aseguran, si se presentara en el Concejo Deliberante una iniciativa popular para derogar aquella norma, tal como se prevé, los ediles analizarán la misma pero creen que no contará con los argumentos necesarios para acatar el pedido de esos vecinos.
Hasta ayer eran cerca de 300 las firmas reunidas en desacuerdo con el polémico hermanamiento. Una fuente legislativa precisó que se requieren 380 para darle curso.
Los ciudadanos que iniciaron esta cruzada son muy optimistas de superar la cantidad de firmas necesarias rápidamente. Ayer continuaron recorriendo lugares con ese objetivo.
Desde el Gobierno concuerdan en apuntar que en los barrios la gente no está en contra del convenio y afirman que quienes buscan firmas de vecinos para derogar la ordenanza responden a “movidas políticas”.
“No hay razones para derogar la ordenanza, que no menoscaba la autonomía de la ciudad en ningún sentido”, remarcó un alto funcionario del Ejecutivo.