Todo comenzó con una carta con casi treinta firmas que acercaron a nuestra Redacción. “Pero por favor, que no salgan nuestros nombres, porque hay mucho miedo...”, deslizaron al entregarla.
Ante la pregunta de por qué tenían temor, respondieron que “parece que los dueños de los camiones son muy poderosos o que tienen contactos en altos niveles, porque nunca nos llevan el apunte con las denuncias”.
“Es más, uno de los vecinos que fue a pedir soluciones, apareció un día con el frente de su casa todo manchado con aceite quemado”, agregaron.
Lo cierto es que no se quedaron en la denuncia, sino que averiguaron sobre legislación nacional y provincial, pero también indagaron acerca de cómo se solucionó el problema en otros municipios. O sea que el reclamo, viene con el aporte de una posible salida que los deje conformes a todo.
Pero vayamos al comienzo:

La carta

Señor director:
De nuestra consideración.
Los vecinos abajo firmantes nos dirigimos a usted a los efectos que pueda hacer público nuestros reclamos que desde hace tres años venimos haciendo al municipio sin obtener una respuesta favorable.
Los vecinos de Roque Sáenz Peña venimos sufriendo el paso de camiones de gran porte, cargados con todo tipo de cosechas, traslado de autos, de áridos y de cargas generales, que a su paso rompen pavimentos, cordón cuneta, bocas de tormenta, y su vibración produce además innumerables roturas en inmuebles.
Las calles más damnificadas son Teniente Ibáñez del 300 al 400; prolongación de bulevar Italia al 800, al 900, al 1000 y al 1100; Ramiro Suárez 300, 400 y 500, además de Colombia al 900 y al 1000. Los fines de semana las calles se convierten en taller de mantenimiento y lavado y limpieza de los mismos camiones y luego depósito o estacionamiento, obstaculizando el paso vehicular y en algunos lados hasta el paso de transeúntes, con la consiguiente inseguridad que producen.
Hemos tenido innumerables reuniones con distintos funcionarios pertenecientes al centro vecinal, el jefe del MuniCerca, el titular de Seguridad y Convivencia Ciudadana, la Oficina de Atención al Vecino y hasta notas dirigidas al señor intendente de la ciudad, sin una respuesta al día de la fecha.
De ahí que decidimos hacer público el reclamo de una solución.
Atentamente...”.
Hasta ahí el texto de la misiva. Luego tuvieron lugar los contactos con varios de los firmantes, que mostraron y explicaron las roturas en las viviendas.
“Nosotros no tributamos como un barrio de tercera ni de cuarta categoría. Nos toman como zona residencial a la hora de cobrarnos los impuestos y resulta que nuestras calles son una suerte de ruta pesada”, graficó uno de ellos.
Otro de los vecinos refirió que “existe legislación provincial y nacional referida al tránsito de camiones por zonas urbanas y cada municipio adhiere como le parece; pero, de una u otra forma, adhiere”.
Las viviendas que presentan grietas nos son pocas y el miedo es mucho.
“Uno de nosotros quiso hacerle saber al dueño de uno de los camiones de los daños, y a los pocos días el frente de la casa le apareció manchado con aceite quemado”, reiteró otro.
Dicen que los dueños de los más de 30 camiones que los desvelan “no son más de cinco o seis personas”.

Violencia

Y apuntaron que “si quieren estacionar los camiones y no corrés tu auto (porque no estás en casa, por ejemplo), te lo empujan con sus camionetas hasta donde se les ocurre”.
Las voces de protesta repiten lo que se apuntaba en la carta, en el sentido de que las calles también pasan a ser talleres donde se reparan estas unidades pesadas “y hasta lavaderos”.

Propuestas

Luego, los vecinos pasaron de la queja a la propuesta ya que, según dijeron, “estuvimos analizando cómo solucionaron la cuestión en otros lugares y lo más adecuado parece ser lo de Marcos Juárez”.
“Allá la Municipalidad puso alambrado olímpico en un gran predio ubicado muy cerca del casco urbano y les cobra 150 pesos o 200 pesos por camión, por mes, ya que el predio cuenta con iluminación y con guardias de seguridad”, expresaron.
Parece cuanto menos un punto de partida hacia la búsqueda de una solución consensuada, donde cada uno pueda sentir que vive tranquilo en uno de los barrios más tradicionales de la ciudad. Porque las muestras fotográficas que acompañan la nota demuestran que no se trata de un caso ni de dos. Es más, basta pararse unas horas en una esquina del Roque Sáenz Peña para darse cuenta de que el tema se vuelve peligroso.
“No queremos pasar a hacer nombres. Queremos que arreglen esto”, advierten.

Fotografías: 1) Un camión cargado con materiales de construcción, estacionado en la prolongación de bulevar Italia
2) Una imagen que muestra a dos vehículos de gran porte estacionados en la calle Colombia a la altura del 750
3) Fotografía tomada en Teniente Ibáñez y Colombia
4) La foto muestra el paso de un camión por Teniente Ibáñez a la altura del 400
5) Camión detenido en la prolongación de bulevar Italia
6) Otro camión con acoplado por Teniente Ibáñez
7) Camión que transporta camionetas en la prolongación Italia