Un joven remisero, de 34 años, fue a parar a un calabozo de la Comisaría de Distrito de esta ciudad ayer por la mañana, como sospechoso del delito de “privación ilegítima de la libertad” luego de que protagonizara un, cuanto menos, extraño episodio a bordo del coche que conducía y en el que llevaba a dos adolescentes.
Se trata del chofer de un Fiat Uno, patente JHS 455, interno 249 de la empresa TeleTaxi, quien fue apresado cinco minutos antes de las 9 de la mañana sobre la ruta nacional 9, a la altura del predio de la Sociedad Rural, indicaron fuentes policiales.
Todo comenzó poco antes de la hora indicada cuando dos adolescentes, de 17 años, abordaron el coche de alquiler y le indicaron al conductor que su destino era el Campus de la Universidad Nacional de Villa María, adonde asistían al seminario de ingreso.
Hacia allá enfiló el Fiat Uno, por la ruta 9, pero no dobló en la avenida Jauretche para dirigirse a la casa de altos estudios, como esperaban las pasajeras, sino que siguió de largo por la carretera.
Alarmadas por la actitud del chofer, las chicas enviaron mensajes de texto a sus compañeros poniéndolos brevemente al tanto de la situación en la que se encontraban y éstos, a su vez, alertaron a la Policía.
Puestos al corriente de lo que estaba ocurriendo, una patrulla del Comando de Acción Preventiva (CAP), salió tras los pasos del remise en cuestión.
Mientras tanto, ya a la altura del ingreso a Tío Pujio, el conductor del coche reconoció que, efectivamente, se había pasado de largo y, volviendo sobre sus pasos, emprendió el regreso hacia Villa María.
A las puertas de la ciudad fue interceptado por el patrullero.
Allí terminó la película de suspenso para las estudiantes que fueron rescatadas sanas y a salvo.
No ocurrió lo mismo con el remisero, quien terminó tras las rejas y a disposición de la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, a cargo de Félix Martínez.
Cabe consignar que dentro del coche de alquiler había una petaca con ginebra, perteneciente al conductor, aseguró la Policía.