El mejor grupo del mundo. Sus fans así lo creían, los analistas musicales así lo entendían, la industria discográfica igualmente lo percibía y, hasta ellos mismos, así lo sentían. Consiguieron todos los objetivos que se propusieron en tiempo récord. Desde la aparición de Los Beatles y los Rolling Stones, ningún otro grupo de rock disfrutó de tan fastuosa repercusión. Bocado apetitoso, producto redondo, exquisito brebaje de sonidos contemporáneos, exacta relación entre calidad y comercialidad, la carrera profesional de los tres integrantes de The Police ha sido como una bengala de mil brillos que se ha desvanecido en el momento oportuno.
Por cierto, no ha existido certificado de defunción explícito, sí tácito (la carrera de Sting en solitario lo demuestra). Pocas estrellas del rock han demostrado la cordura y la madurez necesarias para una retirada a tiempo, sin espacios para fosilizados retornos. ¿Habrá sido The Police, una inteligente excepción? Pese a convertirse en los embanderados de la "Nueva Ola", ninguno de los tres ha sido proclive a glorificar el movimiento musical que los tenía como protagonistas.
Desde el lanzamiento de su segundo larga duración, se consideraron superiores al resto de los mortales y, en consecuencia, evitaban como podían ser incluidos en un saco estilístico que podía llegar a mermar sus impulsos de rockeros masivos. Con la "New Wave" (“Nueva Ola”) la música de aquellos tiempos vive años de esplendor y se produce un recambio y rejuvenecimiento generacional en el que encaja perfectamente el grupo liderado por Sting. El trío conformado por Gordon Sumner (Sting), Andy Summers y Stewart Copeland se compacta a partir de 1977, cuando ya no eran simplemente unos adolescentes soñadores.
En realidad, la puja interna de los tres talentos tuvo momentos álgidos que atentaron seriamente por sobre la continuidad de la sociedad musical. Cada uno tenía su preferencia de estilo y sonido pero, sin embargo, se acataba el liderazgo de Sting como autor a pesar de que desde siempre estuvo presente una pugna feroz por derribarlo de su trono carismático.
Para citar una anécdota que ejemplifica lo relatado, en la última gira el representante artístico prohibió estrictamente que se entrevistara a Sting en solitario sin la presencia de los otros dos integrantes. La idea era que la prensa debía hablar con los tres por igual. Prueba de la tirantez y de los celos profesionales existentes entre ellos, es una entrevista que se les hizo en un hotel de Madrid cuando, en un momento del encuentro periodista-músicos, Andy Summers abandonó su sillón y dejó plantados a todos, sencillamente porque a Sting se le habían formulado tres preguntas consecutivas. De este modo, las relaciones personales estaban fuertemente deterioradas entre los integrantes del ya consagrado y reducido núcleo de talentos. La carrera trepidante de The Police se agotó tras cuatro años de efervescencia mundial (1979 a 1983). Innovadores y adaptables a todas las preferencias, obtuvieron una "etiqueta mágica" (la New Wave, la Nueva Ola) y proyectaron un estilo musical, de tan férreo sistema interno, que les terminó atrapando en su propia maquinaria de precisión.

Un coterráneo en Buenos Aires

Prosigo y finalizo mis entregas con recuerdos de mis propias vivencias, en el marco de lo que denomino la semblanza “de los recuerdos locales”. A continuación de lo que relataba en la entrega anterior, mi experiencia foránea me llevó a la capital de nuestro país a golpear puertas tras la búsqueda de nuevas oportunidades. Por aquel año 1986, coincidimos nuestras estadías en Buenos Aires con Sergio Vaudagnotto, que conducía los destinos del gremio de trabajadores de la prensa de la capital argentina. Largas charlas con escenografía porteña, café de por medio, nos transportaban una y otra vez a nuestro querido terruño.
Fue también por aquel entonces que, trabajando en la madrugada de Radio Nacional de Buenos Aires, al terminar mi turno me cruzaba en la redacción de la emisora del Estado con Daniel López, hoy locutor y periodista de radio Continental, con quien tuve el gusto de cruzar disímiles impresiones sobre la actualidad del momento.
Hasta la próxima...

Atilio Ghezzi