Consustanciada con la importancia de instruir a la población para hacer frente a situaciones de riesgo o peligro para su integridad física, la lectora Mónica Fornero envió a EL DIARIO una carta en la que incluye un decálogo de sugerencias efectuadas por la Policía Federal Argentina para prevenir ataques sexuales.
Fornero, quien integra activamente la Asociación Civil “Verdad real, Justicia para todos” de Villa María, sumó su valioso aporte al que el viernes de la semana pasada había realizado este matutino, cuando publicó una nota titulada “Sepa cómo proceder cuando sufre un delito o lo detienen”.
En aquel informe, confeccionado en base al contenido de un cartel ubicado en una de las Fiscalías de Instrucción de los Tribunales locales, se destacaron cuáles son los derechos primordiales que le asisten a un ciudadano cuando es víctima de un ilícito, o cuando es detenido o imputado por un hecho delictivo.
Hoy, y gracias al envío de Mónica, abordamos otra problemática social de nuestros días, como lo son los abusos sexuales.
El decálogo de sugerencias fue producto de un estudio realizado por la Federal entre 750 violadores que se encuentran en prisión, quienes fueron entrevistados para saber lo que buscan en una víctima potencial.
He aquí algunos hechos interesantes...
1) La primera cosa que ellos observan en una víctima potencial es el peinado. Es más probable que ellos ataquen a una mujer con un peinado tipo cola de caballo, trenzado o cualquier otro peinado que sea posible tironear más fácilmente. Es probable también que ataquen mujeres con cabellos largos. Las mujeres con cabellos cortos no son blancos comunes.
2) La segunda cosa que ellos miran es la ropa. Observan a las mujeres que usan ropa fácil de arrancar rápidamente. También buscan mujeres hablando por celular o haciendo otras cosas mientras caminan: esto les indica que están desatentas y desarmadas y pueden ser fácilmente atacadas.
3) Hora del día. Las horas del día en que ellos más atacan y violan mujeres es al comienzo de la mañana, entre las 5 y las 8.30 de la mañana, y después de las 22.30.
4) Método. Estos hombres procuran atacar de forma y en lugares que puedan cargar a la mujer rápidamente para otro punto, donde no tengan que preocuparse de ser atrapados. Si usted esboza cualquier reacción de lucha, ellos acostumbran desistir en aproximadamente dos minutos: creen que no vale la pena, que es una pérdida de tiempo.
5) Paraguas. Manifestaron que no atacan mujeres que cargan paraguas u objetos que puedan ser usados como arma a una cierta distancia. Las llaves no los intimidan porque, para ser usadas como arma, la víctima tiene que dejarlos llegar muy cerca.
6) La pregunta salvadora. Si alguien estuviera siguiéndola en una calle, andén o garaje, o si estuviera con alguien sospechoso en un ascensor o en una escalera, mírelo directamente a la cara y pregúntele alguna cosa, como por ejemplo “¿qué hora tiene?”. Si fuera un violador, tendrá miedo de ser posteriormente identificado y perderá el interés en tenerla como víctima. La idea es convencerlo de que no vale la pena elegirla.
7) El grito salvador. Si alguien se presenta imprevistamente y la aferra, ¡grite! La mayoría de los violadores dijo que soltaría a una mujer que gritase o que no tuviese miedo de pelear con él. Nuevamente: los violadores buscan blancos fáciles. Si usted grita, podrá mantenerlo a distancia y es probable que él huya.
8) Esté siempre atenta a lo que pasa detrás suyo. En el caso de que perciba algún comportamiento extraño, no lo ignore. Siga sus instintos. Es preferible descubrir que se equivocó y quedar medio desubicada en el momento, pero tenga la certeza de que quedaría mucho peor si el sujeto realmente atacase.
9) Grite ¡fuego! En cualquier situación de peligro, en el caso que tenga que gritar, grite siempre “¡fuego... fuego!”. Acudirán muchas más personas (curiosos). En el caso que su grito sea “¡socorro!”, la mayoría de las personas se abstienen, por miedo.
10) Haga un favor. Envíe este material a las mujeres que conozca y también a los hombres, que a su vez pueden reenviarlo a sus amigas, esposas, hijas, novias, etcétera. Son cosas simples, pero pueden evitar traumas... y hasta salvar una vida.
Fuente: Policía Federal
Prevención del Delito
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