Por unanimidad, el Concejo Deliberante sancionó anoche el proyecto por el cual se pone en marcha la figura de la Defensoría del Pueblo, una iniciativa que la edil radical Sandra Bailone venía impulsando desde hace tres años, basada en la Carta Orgánica Municipal, que en 1995 creó la institución.
La aprobación del proyecto se dio justo cuando medio centenar de personas comenzaba a batir cacerolas y más tarde tocar el bombo a las puertas de la sede legislativa de calle Sarmiento, en protesta por el “hermanamiento” acordado semanas atrás por el intendente Guillermo Cavagnero con su par de Villa María, Eduardo Accastello.
En el preciso instante en que el presidente del Concejo Deliberante, Mauro Bizzarri, ponía a consideración de los ediles el proyecto de Bailone, estalló la manifestación (los vecinos desconocían en qué instancia de la sesión se encontraban, ya que aguardaron afuera, por decisión propia) en contra del hermanamiento.
La puesta en funciones del ombudsman salió, sin embargo, por seis votos y no por siete ya que a la sesión faltó el concejal Javier Pérez, por problemas de salud de su suegro. Pérez es de la bancada de Bailone.

@ El auditor

De esta manera, el órgano parlamentario actual dejó en su gestión, casi en su momento final (en diciembre asume el nuevo cuerpo), una huella histórica, al habilitar la Defensoría del Pueblo, “cuyo objetivo fundamental será la protección de los derechos e intereses legítimos de los individuos y de la comunidad frente a los actos, hechos y omisiones de la administración pública municipal, quedando comprometidas también la administración centralizada y descentralizada, entes autárquicos, empresas públicas, Concejo Deliberante, Juzgado de Faltas, Departamento Ejecutivo, delegaciones municipales, personas jurídicas públicas, empresas prestadoras de servicios públicos concesionados o privatizados, entre otras”.
De acuerdo a la norma aprobada, la Auditoría tendrá “plena autonomía funcional, administrativa y financiera” y no estará sujeto a “mandato imperativo alguno”, no recibirá “instrucciones de ninguna autoridad” y actuará “de acuerdo a su criterio y a las normas legales vigentes.”
Sandra Bailone consiguió que la iniciativa fuera sancionada tal cual la previó y no como pretendió el oficialismo, en lo referido a su elección. La ciudadanía lo elegirá “mediante el voto directo”. Tendrá que elegir a un suplente, también. Durará cinco años en sus funciones y podrá ser reelecto por un nuevo período consecutivo.
Los mismos requisitos que debe reunir un concejal para asumir son los que deberá tener el ombusman. Un sector del oficialismo había pretendido, anteriormente, que sea abogado, algo que la edil radical rechazó.
Es incompatible (según la letra de la norma) que al momento de asumir o durante su mandato, el auditor esté en actividad (remunerada) en la faz pública o privada bajo relación de dependencia o en forma autónoma, en el ámbito del comercio, la docencia o profesión en la jurisdicción local. No obstante, por la realidad de la ciudad (tendrá un sueldo similar al de los ediles, los que son bajos), podría tener otro trabajo.
La actividad de la Defensoría deberá ser “garantizada económica y financieramente por el Estado municipal, a través de la partida presupuestaria asignada, que comprenderá insumos, sueldos, mobiliario, equipo físico, equipamiento, comunicaciones y servicios, entre otros aspectos. El titular de la bancada de Unión por Córdoba, el ultraoficialista Francisco Bordini, dijo anoche que le costó dar el sí a la norma porque, estimó, la comuna deberá desenbolsar 20 mil pesos mensuales para tales fines.

@ Recién en 2015

Si bien la ordenanza fue sancionada anoche, recién se pondrá en funciones en diciembre de 2015, según indicó Mauro Bizzarri, titular del Legislativo, a EL DIARIO. Confirmó que durará cinco años pero que “por una cuestión de costos, al menos el primero” será elegido cuando los villanovenses vayan a las urnas para votar a intendente. Bailone pedirá por nota que esto no sea así, sino que se implemente mucho antes.
Mientras en el recinto salía la norma, vecinos cantaban contra el hermanamiento y contra el intendente Accastello. Entre ellos se vio al ex candidato al Ejecutivo por el juecismo, Manuel Argüello y a la edil electa del mismo partido, Magalí Castro.