Respuesta al presidente de la UCR Villa María, Sr. Felipe Botta, en relación a su carta de lectores, acerca del tema Placita de Ejercicios Físicos y que este matutino publicara el día 27 de octubre.
Con la imagen siempre presente de aquella maravillosa y valiente persona que fuera el gran Nito Botta, al que tuve la suerte, a través del Aeroclub local, de conocer y mantener largas charlas, y con todo el respeto que me merece el hijo de aquél político de ley, a quien admiro por su ferviente militancia, me permito disentir sobre los fundamentos vertidos a través de la posición tomada por su partido con respecto al canje Placita - estadio.
Me tomo el atrevimiento de refutar sus motivos de no tocar la Placita siguiendo los pasos de su propio razonamiento, a saber:

1º) Nadie niega que la Plaza Manuel Anselmo Ocampo representa un ícono fundacional. Querido amigo, otros espacios de Villa María fueron íconos, y hubo similar resistencia, tal es el caso del almacén de Coca, en la esquina de La Rioja y Estados Unidos. De todos modos y una forma de mantener en la memoria lugares que son emblemáticos, por ejemplo se pueden conservar los arcos de entrada y algunas columnas, imitando lo que se está realizando en la propiedad horizontal de la esquina de Mitre y Buenos Aires, o como en la ciudad de Córdoba, en la recta Martinoli, donde se construyó una importante galería de negocios respetando parte de la edificación histórica, o más demostrativo de todos los ejemplos que se pueden dar es la Escuela Olmos, porque la seguimos teniendo presente con sólo ver su fachada intacta.

2º) No es un pulmón verde una superficie de césped que, no es menor el detalle, cuesta mantenerlo con vida por las grandes sequías que venimos padeciendo; esa categoría es muy pretenciosa para nuestra “Placita”. Le recuerdo a usted, con todo respeto, que se denomina así, en un espacio urbano, a una zona con muchos árboles; la frase “pulmón verde” pertenece al lenguaje figurado y significa la zona con abundancia de plantas (de ahí color verde) las que fabrican mucho oxígeno, el cual es metabolizado por los pulmones, (de ahí el primer término de la frase en cuestión). Sí constituye un “pulmón verde” el Parque Pereyra y Domínguez, creado, con muy buen criterio durante la intendencia del Contador Horacio Cabezas, en base a la idea de mi gran amigo Jorge Anuar Elías.

3º) La parte jurídica debe ser analizada, no olvidemos que toda ley depende de los hontanares y del legislador para la interpretación del juez, quien, en definitiva, es el que resuelve. Pero si prima el bien común, seguramente la Justicia encontrará una solución. Cuando hablo del bien común me refiero a los vecinos de seis manzanas de la parte sur y a los vecinos de la zona norte y también a todo lo que padecen esos mismos vecinos y muchos más cuando se realiza un evento en Plaza Ocampo, por la pérdida de la tranquilidad y por los problemas y/o cortes del tránsito desde San Juan y Alem hasta el Subnivel, por un lado y por el otro desde Sabattini y Entre Ríos hasta el Bv. Vélez Sarsfield y calles perpendiculares, por dar un espacio estimativo.

4º) Con respecto a la opinión de Ambiente, es fácil advertir que en los terrenos de la zona del ferrocarril, sin perturbar el normal funcionamiento de los trenes, hay una zona, tanto de las partes verdes hasta cincuenta metros, donde sí se pueden plantar árboles, que sirvan de cortina, como lo he visto en Israel y en la mayoría de los países europeos, tal es el caso de Alemania. Esto ya lo conoce la Secretaría local y a nivel provincial se los puede asesorar, si hay buena disposición para ello.

5º) Respecto a la referencia, que tomo textual de El Diario: “…la mayoría de la ciudad no estuvo de acuerdo” cuando años atrás se planteó este mismo proyecto, discrepo nuevamente con Ud., estimado Felipe Botta, porque en esa ocasión los vecinos no fueron consultados, sino que fue la opinión de ex futbolistas que empezaron sus carreras deportivas allí, y por eso, nostálgicamente, querían preservar la cancha, como se preserva un trofeo que marca un momento de la historia de sus vidas en su paso por el fútbol.

6º) Con respecto a su sugerencia de un posible lugar para el proyecto en discusión, Ud. expresa que “podría ser la cancha del club River que tiene las mismas dimensiones y no se usa”. Al respecto hay tres cosas que quisiera aclarar: a) la cancha de River es un lugar privado, b) los hoteles lejos del centro no funcionan, está probado y c) esta elección no favorece la integración de nuestra ciudad, divididas históricamente, y hasta socialmente, en zona norte y zona sur.

Quiero decir algunas cosas más que, a pesar de los pormenorizados detalles que ofrecí, en la nota que gentilmente publicara este matutino el día 23 de setiembre próximo pasado, tal vez debí aclarar, por la importancia del tema. Me refiero a la integración. Debemos promover la integración de Villa María, es hora de que los vecinos dejemos de ser los de este lado de las vías o los del otro lado de las vías, y también es hora de acabar con esa lamentable actitud discriminatoria de referirnos a los ciudadanos, a nosotros mismos, según vivan en el norte o en el sur de la ciudad. Yo tengo 69 años y lo he vivido.
En el mismo sentido, en total nexo con la integración, es ver con claridad, esa claridad que algunos no alcanzan a dimensionar, la jerarquía urbana de la ciudad y su posicionamiento en el nuevo marco de país y su evolución. No olvidemos que en la segunda mitad del Siglo XX el proceso de globalización trajo consigo un incremento de la competencia entre las distintas ciudades. Competencia que, en nuestro caso, puede materializarse en conseguir inversores (creo que ya los hay) y, siguiendo los mecanismos propios de estas búsquedas, alentarlos a presentar propuestas interesantes.
Finalmente, un proyecto de estas características y dimensiones podría hacer más atractiva la ciudad, no sólo para nosotros, los villamarienses, sino también para la región y hasta para el país. Digo esto no gratuitamente, ni en una actitud de soberbia, muy lejos estoy de esa conducta, lo manifiesto desde mi propia experiencia, porque ejerciendo mi profesión concurrí a congresos en poblaciones estratégicamente ubicadas, lo que permitía una cómoda movilización y hacía más placentera la estadía en si misma, lo que es ya un imposible en las ciudades densamente pobladas.
Nosotros tenemos las condiciones dadas para que un estadio único o una ciudad deportiva (idea más ambiciosa aún) deje de ser una utopía. Villa María es el centro geográfico del país, tenemos un Aeropuerto y contamos con una Autopista que permite el arribo en un lapso menor del que llevaba antes de contar con estas posibilidades. Sinceramente, estimado Felipe Botta: ¿Qué más podemos ofrecer para la comodidad de nuestros huéspedes? No desaprovechemos estas oportunidades, que no se repita lo de hace muchos años atrás, se ahuyentó la instalación de una fábrica de galletitas.
Por último, humildemente, invito a un debate televisivo en Villa María que resulte esclarecedor.
Con gran afecto al Sr. Felipe “Quililo” Botta y a todos los lectores.

Dr. Eduardo Pérez Scauso
Neurología, especialista en Medicina Nuclear,
especialista en Medicina Legal,
postgrado en Neuropsicología,
máster en Drogadicción
y Dependencia