“Espero que me considere a mi también una persona honorable, porque acá todos somos honorables”, enfatizó la referente del Ateneo La Posta, la escritora Carlota “Chiche” Molina, a EL DIARIO, al hacer alusión a las declaraciones realizadas por el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, en nuestra edición del domingo pasado.
El mandatario había dicho que debía escucharse a los vecinos que están en contra del hermanamiento, porque había “personas honorables” entre los que reclamaban, pero que también existen quienes lo hacen con fines partidarios. Este matutino le había consultado por la polémica generada ante el hermanamiento con Villa Nueva.
Anteanoche, tal como reflejó este diario ayer, medio centenar de vecinos se concentraron en la puerta del Concejo Deliberante e hicieron sentir su descontento por el acuerdo firmado semanas atrás.
Con bombos y cacerolas hubo consignas principalmente contra Accastello, ya que consideran que el acuerdo entre los dos jefes comunales esconde la intención de Villa María de “someter” a Villa Nueva. El oficialismo siempre lo descartó.
“No hace falta que se firme un convenio de políticas comunes. No es necesario. Si uno lee cada artículo, en todos queda abierta la duda, porque dejan un margen para realizar acciones que escaparían al control de los concejales”, advirtió la escritora Carlota Moreno.
“Hay quienes hablan de que existe un interés inmobiliario detrás de esto. Yo creo que el intendente Cavagnero tiene pocas luces y eso le eximiría históricamente en un futuro de esto que están haciendo. Y si no tiene pocas luces, la historia lo hará rendir cuentas por este hermanamiento”, declaró en la vereda del Deliberante. Consultada por los medios sobre la postura del bloque oficialista (dicen que no hay argumentos para derogar la ordenanza de hermanamiento), apuntó que “eso no nos desalienta a expresarnos; nosotros tenemos una posición, se debe escucharnos y respetarnos”.
En la protesta, el ex candidato a intendente Manuel Argüello inició el canto del Himno Nacional. Todos se sumaron. Los ediles del oficialismo permanecieron dentro de la sede legislativa. Se retiraron cuando la gente se iba.