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La Sección de Publicidad, clave para el financiamiento de nuestro proyecto |
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Era un veinteañero cuando acudió a EL DIARIO para trabajar, ya que necesitaban una persona con conocimiento en dibujo técnico. El estudiaba en la ex Escuela del Trabajo y supo que requerían a alguien para esa labor.
José Luis Arcas era muy joven y hoy resalta que “fue importantísimo ingresar al diario”.
“Era una época en que no era fácil conseguir trabajo y además entrar efectivo era consolidarse y ser independiente”, recordó.
“Desde el primer día que estuve acá me di cuenta de lo que significaba socialmente. Y a eso uno lo percibe en todo sentido. Cuando va a algún lado y la gente se entera que uno trabaja aquí, se nota el interés”, confió.
Es tarde de viernes y Arcas se sienta con este cronista en el Salón de Usos Múltiples de nuestra casa propia, ubicada en calle Periodistas Argentinos.
“No puedo creer estar sentado en este lugar. Estos diez mil números casi coinciden con los diez años de la Cooperativa y la verdad es que fueron un flash. Me parece mentira si pienso cómo empezamos la Cooperativa y que hoy estemos sentados en este salón increíble”, valoró.
“Yo no me imaginaba que con el tiempo EL DIARIO iba a ser esto pero cuando estábamos en conflicto con la patronal percibía un buen futuro porque la necesidad nos empezó a integrar a todos los trabajadores, y de esa unión no podía surgir algo malo”, ilustró.
Arcas destacó que “los compañeros nos integramos para solucionar un gran problema”.
“Cuando estábamos en conversaciones con la patronal pensaba que este medio quedaría en nuestras manos”, aseguró. Ya conformada la Cooperativa, “la gente se identificó con nosotros porque somos un grupo de personas que teníamos relaciones, cada uno por su lado, con vecinos y esos vecinos se solidarizaban y así se generó una cadena”.
“Lo tomaron a nuestro diario como propio, la gente se involucró y nosotros tenemos una responsabilidad”, resaltó. Agregó también que comparte la Sección Publicidad con Graciela Sánchez y Alejandro Zayas.
Arcas estaba soltero cuando empezó. Hoy está casado y es padre de dos hijos, Maximiliano (20) y Matías (17).
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