“Yo sabía del valor que tenía no el diario en sí sino la palabra escrita: eso es superlativo a las radios”. Esta es una de las primeras apreciaciones de Roberto Zayas cuando recuerda su ingreso a EL DIARIO, allá a fines de 1987.
Roberto es hoy el jefe de la Sección Fotografía, que integran Roberto Babalfi, Osvaldo Carballo y Luciano Menardo (actualmente con licencia).
“Empecé a hacer fotos para la sección deportiva y el Semillero. Entré para cubrir a Babalfi y luego a Jorge Alamo. Y nunca más me fui”, rememora el reportero gráfico mientras baja imágenes que tomó en el día a una computadora.
“Roberto (Babalfi) era el titular y yo el suplente, sólo había dos fotógrafos. A mí me gustaba el fotoperiodismo pero en ese entonces había poco para desarrollar”, indica.
De inmediato, explica que “el fotoperiodismo significa una foto de acción, donde la gente no está pendiente de los fotógrafos sino de sus propios actos”.

s La Cooperativa

Transcurrió un largo camino del matutino que consiguió ser el de mayor perdurabilidad en la historia de la ciudad hasta que se transformó en Cooperativa. Fue en diciembre de 2001. Precisamente es ese hecho el que, para Zayas, significó “el posicionamiento máximo del diario”.
“No lo digo por haber sido partícipe de esa transición. Siento que fue así: cuando los trabajadores pasamos a gestionarlo, se posicionó el diario”, recalcó.
“Creo que el impacto social tiene que ver conque es un grupo de trabajadores el que gestiona. Creo que la sociedad en su conjunto ha valorado este hecho”, sostuvo.
El socio de la Cooperativa Comunicar consideró que “desde mi modo de ver, algunos políticos subestimaron lo ocurrido, pero tuvieron que aggionarse, sumándose a lo que el resto de la sociedad hizo, que fue respondernos.”
“Se subieron al caballito ganador. EL DIARIO fue un producto elegido por la gente y no por los dirigentes”, remarcó.
“Cuando fui presidente de la Cooperativa (2007), pude palpar lo que significa este medio para la sociedad. El hablar con referentes de distintos ámbitos me confirmó en lo que se había transformado este proyecto. Veía que la gente hasta tenía admiración por lo que había logrado un grupo de trabajadores”, confesó.

El reflejo del sentir

Cuando se le pregunta cómo describiría a este “hijo” que hoy cumple 10.000 ediciones resaltó: “No es nada más ni nada menos que el reflejo del sentir y el pensar de nuestra comunidad regional”.