Arrollador. Así fue desde el comienzo. Un comienzo con la gente dando la vuelta al estacionamiento del Orfeo para poder entrar, la misma que a más de una hora y media del comienzo ya saltaba, cantaba y gritaba por René. Los brazos de muchas chicas tenían escritos su nombre y el de la banda cual si fueran tatuajes.
Así se vivía y se palpitaba el sábado 29 de octubre. Se saltaba, se cantaba, se esperaba por más de media hora que comenzara el show que empezó con el vídeo de la preparación de una dinamita que va a explotar y lo hace cuando él, René o Residente sube al escenario.
“¿Cómo están en Córdoba, vivos?” fueron sus primeras palabras y que luego repitiera cada vez que quería levantar - como si hiciera falta - al público. Agradecido por una remera de La Mona que le tiraron, comentó que “nos critican para jodernos, y son críticas sin argumentos. La crítica por la crítica no es buena y se lo quiero dedicar a todos los programas de farándulas que no sirven para nada”, antes de “Ven y critícame”.
“Un beso de desayuno” y “Se vale to-to” fueron la previa al mensaje contra la violencia. “Este tema lo hice pensando en la violencia que se vive en América Latina donde la vida no vale nada y la gente mata por matar. Pa’ un tiro y fue como Luciano Arruga, Mariano Ferreyra o Facundo Cabral que era un poeta no sólo en sus canciones si no en la vida, violencia que se da por la falta de educación de cada país”, así “La bala” comenzó a sonar y la gente aumentaba su dosis de locura y de baile cada vez más.
Luego sonaría “La perla”, dedicado a todos los barrios del continente, para acusar a su gobernador de querer tirar abajo a su barrio “para hacer un paseo turístico frente a la playa y que vengan de afuera, pero yo soy del 5% de mi población que se quiere independizar”. Con la misma vehemencia, René disparó: “Quiero la Patria unida, quiero a este país que es mi segunda Patria, quiero la educación pública para todo el continente, no a la ley 30 en Colombia del presidente Santos. ¡Vivan los estudiantes de Córdoba! Esto lo digo porque cuando hablé a favor de los estudiantes de Puerto Rico y su lucha y me preguntaron qué se sentía estar vencido, yo contesté que no me vencieron porque no me rendí” , antes que explotara la “Calma pueblo".
Una mueca más simpática incluyó previamente a “Muerte en Hawai”, dedicado a los reguetoneros: “Esos tipos que escriben siempre con palabras como sol, luna, aire, amor, y tienen éxito y que de eso tienen la culpa ustedes”.
Temas después, llegó “Latinoamérica”, la mejor obra del último disco. "Lo compuse cuando empecé a viajar y a aprender fuera de Puerto Rico. Porque me siento latinoamericano, por más que nuestro país este cerca de Estados Unidos donde yo estudié. Porque si ellos tiene cuatro bases militares en mi país lo menos que puedo hacer es sacarles educación”, aseguró. Para luego comentar:“Canto este tema desde lo más íntimo, desde lo más honesto, de mis entrañas…” Para despedirse, el verborrágico René arengó: “Hombres, mujeres - que no van a permitir que nunca les falten el respeto- heterosexuales, bisexuales y homosexuales porque todos están y son aceptados en este show”, antes de delirar con “Fiesta de locos”.
J.J.C.