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Brunero no tuvo indicios, hasta ahora, de que sus padres hayan sido víctimas de la dictadura |
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"No quiero molestar a nadie ni arruinar ninguna vida. Sólo necesito encontrar a mi mamá, es un derecho y una necesidad". Mariela Inés Brunero (31) desnuda su alma frente a EL DIARIO. Enfatiza que su búsqueda no tiene como propósito destruir a ninguna persona ni inmiscuirse en una familia. En los últimos tiempos llegaron a sus oídos algunos datos y la llenaron de esperanza. Mariela es de Marcos Juárez y se enteró hace dos años que es adoptada. Su hermano, ocho años mayor que ella, se lo dijo en un bar y a ella el mundo se le derrumbó. Sospechaba que lo era y había tenido una infancia "bastante jodida". Desde los 12 años limpió casas y cuidaba niños. Enfrentó a la vida desde chiquita. Hoy, su meta es encontrar a su mamá biológica. "No es fácil vivir sin tener el derecho de mirarte a los ojos, no voy a juzgarte, simplemente necesito tu abrazo. Si creés que puedo ser tu hija, no dudes en llamarme", dice desde los afiches que ganarán la calle en los próximos días. Es que Mariela, el día del último censo provincial, hace tres meses, conoció un dato -que cree firme – que señala que nació en Villa María y que fue dada en adopción a los tres días de vida. Su fecha de nacimiento aproximada es el 21 de mayo de 1977. Una de las hipótesis más firmes es que sus padres adoptivos llegaron a esta ciudad para buscarla, luego que naciera en una clínica clandestina, donde jovencitas tenían a sus hijos y eran entregados. Hasta ahora, no hay indicios de que los papás de Mariela puedan haber sido víctimas del terrorismo de Estado que castigó al país en aquellos años de plomo, cuando los militares gobernaron Argentina. "Me hice el ADN para compararlo con los del Banco Nacional Genético y dio negativo", cuenta. La joven le reprocha a su madre adoptiva su silencio. "Me dijo que me habían venido a buscar a Villa María, de noche, mal vestidos y que no se acordaba si fue en una clínica o en una casa. Y no me dijo nada más. Me he cansado de preguntarle, sabe que estoy sufriendo y no dice nada. No quiere que busque mis orígenes. Cuando me realicé el ADN se burlaba, decía que no iba a conseguir nada", confiesa. Entre los datos que maneja, está el de que su mamá biológica tenía 17 años cuando ella nació, y que estaba "dopada" cuando la dio. Su padre adoptivo falleció hace tiempo. Y hay denuncias contra el médico que firmó las partidas de nacimiento, "porque puede estar involucrado en el tráfico de niños". Por este caso, aseguran, saltaron otros que incluyen a este facultativo. "Yo soy muy pesimista, muy negativa, pero en los últimos meses, al conocer algunos datos, renacieron las esperanzas de encontrar a mi madre. Si ella no quiere tener contacto directo conmigo, que me escriba o me mande algo de alguna forma. No quiero causarle problemas, y aunque sea a escondidas, en un lugar lejano, estoy dispuesta a verla. Quiero cerrar este círculo, es algo que me falta y que necesito", ruega. Mariela le abre las puertas a su mamá y habla sin rencores ni resentimientos. Necesita conocer sus orígenes. Necesita, por sobre todas las cosas, el abrazo de la mujer que la trajo a la vida. Teléfonos: 03472-423161 ó 03472- 15589470
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