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Fernando Brandán ejecuta mal un tiro libre en la puerta del área. Alumni mejoró, pero igual se volvió de Salta con las manos vacías |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial)
El peor momento futbolístico de Alumni desde que camina por los senderos dificultosos del torneo Argentino A está focalizado en la frágil moral de los jugadores. Y como muestra cabal de ello está el partido que jugó el domingo, en Salta, donde exhibió alguna mejoría en lo futbolístico que se desmoronó apenas recibió un gol en contra.
La derrota 2-1 ante Gimnasia y Tiro sepulta entonces algunas buenas intenciones que tuvo el equipo villamariense, no sólo porque se trató de la novena derrota en el campeonato, sino también porque ahora quedó nada menos que a diez puntos del lote que se encuentra arriba suyo en la tabla de la Zona Norte, donde marcha último.
Después de tanto tiempo (y por primera vez desde que lo dirige Miguel Angel López), el equipo Fortinero estuvo arriba en el marcador y a sólo 17 minutos de lograr una victoria fundamental. Sin embargo, las heridas no cierran. Y Gimnasia, quizás el que mejor juega de los tres equipos salteños de la categoría (porque va al frente y propone siempre), aprovechó esos momentos de dispersión que suele tomarse el conjunto Fortinero -propio de su falta de confianza para mantener un resultado positivo- y se lo dio vuelta en sólo dos minutos.
De ahí en más, a veces los análisis están de más porque los números hablan por sí solos.
Alumni sumó una nueva derrota, complica su futuro y, en caso de no ganar el próximo viernes ante Unión de Sunchales, habrá terminado la primera rueda del campeonato sin alegrías.
Mas orden
Tal vez el “Zurdo” encontró “la punta del ovillo” (como suele decir el propio DT) en el orden que mantuvo el equipo, que pareció más y mejor trabajado desde lo defensivo y, sobre todo, en las jugadas con pelota detenida.
A Gimnasia le costó penetrar a la defensa fortinera en los primeros minutos del partido, a pesar que generó algunas situaciones de riesgo por su propuesta ofensiva, en la que se sumaron los laterales para agregar centros y centros a la olla.
La falta de puntería en la cabeza de Daniel Bazán Vera y en la derecha de Juan Carlos Cartello (que se perdieron las chances más propicias) no inclinó la balanza en favor de los salteños en el primer tiempo, cuando Diego Núñez, por velocidad y desborde, se convirtió en el hombre más incisivo por la izquierda, ante Joaquín Lencinas y Emanuel Céliz.
El caso es que Alumni tardó demasiado en hacerse de la pelota, por la impericia en el traslado de Nahuel Caler (puesto de volante central) y los pelotazos constantes hacia dos atacantes que no podían aguantarla, como Martín Dopazo y Lucas Gómez.
Cuando Gimnasia agotó los recursos, de a poco se animó Alumni sobre el cierre de la primera etapa, instante en el que apareció Dopazo y en el cual pudo soltarse algo Diego Villagra por el sector izquierdo.
Dopazo tuvo dos: un tiro de emboquillada que despejaron en la línea y otro violento desde afuera del área que pasó cerca de un ángulo.
Contundencia
El “Zurdo” López animó a su tropa en los vestuarios para salir a lastimar al rival en el complemento. Y esto salió bien de arranque porque Ezequiel Reina la pidió más y habilitó a Gómez de frente al arco (algo propicio para un atacante de sus características, que sufre cuando debe actuar de espaldas al arquero rival). Y este picó solo, enfrentó a José Valdiviezo y definió al segundo palo. La pelota entró como pidiendo permiso, pero fue gol. Un gol de Alumni después de tanta sequía.
Esa contundencia villamariense fue vital para impacientar a los hinchas de Gimnasia, que le pedían más actitud a sus jugadores.
No obstante, Alumni -que ahora sí ejercitaba un mayor criterio en la circulación de la pelota- no supo capitalizar los momentos de incertidumbre de su rival y dilapidó otras claras chances para aumentar, dos veces con Dopazo y otra con Reina.
Desde el banco de Gimnasia, mientras, Raúl Antuña se la jugó. Metió cambios claves y acertó con el ingreso de Esteban Gil, quien resultó el trampolín de su equipo porque se filtró siempre por el sector donde Leonardo López no pudo frenarlo.
Dos centros del experimentado volante jujeño modificaron el tanteador. A los 28’ falló el arquero Sebastián Hernández (quien hasta allí venía con un buen trabajo) y Juan Vogliotti sólo tuvo que empujarla de cabeza por el segundo palo. Y a los 30’, otra vez Gil escapó por izquierda y habilitó a Núñez, quien la embocó con remate cruzado.
Todo se dio en ese lapso de incertidumbre de Alumni, que luego tuvo oportunidades para empatarlo, pero Reina dilapidó un grosero error de Valdiviezo (quiso salir jugando con los pies al mejor estilo “Loco” Gatti), luego Víctor Rena perdió en el duelo ante el arquero y finalmente Fernando Brandán desperdició un tiro libre en la puerta del área.
De todas maneras, dio la impresión que lo mejor se había perdido antes.
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