Juan Carlos Barreto, desde hace siete años, se mantiene al frente de un taller de chapa y pintura en el barrio La Florida de Villa Nueva.
Desde hace algunos años, un conflicto vecinal viene generando diferencias entre el trabajador y los habitantes de una vivienda lindera al espacio de trabajo.
Los ruidos a deshora y la falta de controles, crisparon los nervios de los integrantes de la familia Lerda a punto tal que se efectuaron varias denuncias contra el tallerista en el municipio villanovense y una carta de lectores publicada en nuestro medio el lunes último.
Como réplica, el chapista de la vecina ciudad, se presentó en nuestra Redacción y brindó su punto de vista sobre la situación que lo involucra: “Lo que dicen de mi taller me parece totalmente injusto, no molesto a nadie, sólo quiero trabajar en paz”.
Munido de documentación que acredita la habilitación del taller ante la comuna y las actas de inspección donde se constata que su lugar de trabajo está en orden, Barreto admitió que la actitud de sus vecinos “lo tiene muy mal” y que “no los puede entender”.
“Los agentes de la Municipalidad han venido hasta áca, y confirmaron que está todo bien. Yo trabajo en horario de comercio y si he hecho algún ruido con mi trabajo no creo que haya sido para destruirle la vida a nadie”, remarcó el entrevistado ante la consulta de este medio.
“No es la primera vez que pasa esto, hace por lo menos dos años que viene sucediendo esto. He hablado con ellos y les he explicado en qué consiste mi trabajo, por lo visto no entienden o no quieren entender”, manifestó el hombre.
“Ha pasado que algunas veces me han acusado de generar ruidos molestos y justamente en ese momento no me encontraba en el taller”, dijo.
“No le hago mal a nadie y voy a seguir trabajando como lo vengo haciendo, necesito mantener a mi familia y éste es mi único ingreso”, concluyó Barreto.