Organizada por la Sociedad Cooperativa “Unión Popular” (Silvio Péllico) y por su sucursal de La Playosa, tuvo lugar en el Centro Rural Comunitario una interesante disertación a cargo del profesional veterinario Mario Ricardo Massó, componente de la División Nutrición Animal de la Cooperativa Agropecuaria “Unión” (San Marcos) con sede principal en Justiniano Posse.
En primer término el gerente de la entidad convocante Juan Carlos Alocco presentó al disertante, reconociendo la presencia de productores regionales y ganaderos; formulando anuncios que pueden significar próximamente una evolución importante en infraestructura y para atención de clientes en esta localidad, especialmente en lo que respecta a ampliación de su planta de silos, para la cual buscan nueva ubicación geográfica en la jurisdicción local.

“Probiótica”

El disertante Mario Massó explicó “que las levaduras actúan en el aparato digestivo y en el sistema inmunitario, e incorporadas en el animal cumplen una función benéfica y específica”. Manifestó “que las dietas no balanceadas terminan destruyendo el aparato digestivo; la acidosis produce una importante merma en la producción diaria de leche, que va siendo progresiva, y si esta situación se complica puede hasta causar la muerte del animal”.
Identificó con coherentes conceptos la necesidad de incorporar la levadura en la dieta alimenticia animal: “Con esta incorporación las bacterias dañinas no se desarrollan, por el contrario hacen crecer las defensas del animal”, aseveró.

La influencia de la temperatura

Consideró Massó como muy importante “no descuidar la influencia de la temperatura ambiente en la nutrición, especialmente ante la presencia del estrés calórico que puede presentarse de ahora en adelante”. Agregó “que entre 5 y 21 grados de temperatura se dan los mejores rindes de producción, también con el estrés frío el animal se perjudica puesto que pierde energía; ante ambos extremos el vacuno disminuye la producción”. Acotó “que cuando el estrés término se manifiesta a los 27 grados (por ejemplo) puede ser grave y la vaca puede perder de uno a dos litros de producción por día, esto es por el menor consumo de alimentos”.
Prosiguió Massó: “Los síntomas principales se manifiestan en el aparato respiratorio y circulatorio; principalmente con el jadeo y en esto la levadura cumple un papel muy importante puesto que reduce de inmediato el estrés térmico”. Consideró “fundamental el uso de este elemento equilibrante para el proceso nutricional de todo animal vacuno, incluso incorporable a la alimentación de cerdos, conejos o aves”. El profesional no soslayó “la importancia del calostro, constituido por proteínas, azúcares, grasas, minerales, vitaminas, agua e inmunoglobulinas, que son las que tienen influencia para la buena crianza del ternero”.
Conceptuó “que una buena crianza del ternero compete en pasarlo de prerrumiante a categoría de rumiante en un lapso de sesenta a ochenta días; factor muy significativo para estructurar el proceso de desarrollo del pequeño vacuno”. En el plano cuantitativo y ante un interrogante del auditorio, consideró “que se recomienda entre dos y medio y cinco gramos de levadura por animal, y se pueden usar tanto las llamadas levaduras vivas, la pared celular y la viva protegida”. Destacó “que su utilización genera un costo ínfimo en comparación con la gran cantidad de beneficios que aporta a los animales; aunque tengamos ahora el litro de leche más barato que hace unos meses atrás”.
En la parte final y sintéticamente definió a la levadura como “un microorganismo que introducido en otro organismo, que es un animal, le produce un efecto benéfico”.