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Vaglio se lleva la pelota ante Pino. Argentino buscó más la victoria y la logró sobre el final del partido |
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Escribe: Juan Manuel Gorno
De errores y aciertos vive el fútbol, desde el mínimo protagonista de un partido hasta el encargado de controlar las acciones. Todos comparten flaquezas y enterezas que muchas veces se ocultan sin problemas, pero en otras, se magnifican.
Lamentablemente, en la cancha de River, ayer todo se potenció. Y lo que fue un partido emocionante, con final impredecible, derivó luego en una violencia descontrolada, con protagonistas e hinchas enfurecidos, una terna arbitral agredida y un equipo, Unión Central, desdibujado casi por completo de aquel que supo convertirse en el mejor de la Zona A.
Tamaña fue la gresca del final que Argentino, un justo ganador, ni siquiera pudo festejar el 3-2 que le permitió clasificar a los cuartos de final del certamen.
Por una situación que escapaba de sus manos, los jóvenes jugadores del conjunto conducido por Christian Romero debieron cederle el protagonismo a los “cañones que apuntaban” contra el árbitro, José Martínez, alguien a quien la polémica suele perseguirlo en este tipo de partidos que se definen con escándalo.
No es para menos. Argentino ganó con un gol a los 52 minutos del segundo tiempo, apenas cuatro minutos después del tanto del empate que Unión marcó con un hombre menos.
Martínez tal vez se equivocó en dejar seguir el juego cuando el reloj había sobrepasado su propia adición en el tiempo (a los 45’, tras el 2-1 de Argentino, marcó cinco más). Y esa decisión, sumada a la bronca que arrastraban los unionistas con él durante gran parte del encuentro, provocó la reacción de tipos desaforados, que también se equivocaron en querer tomar justicia con manos propias, como el entrenador Carlos Bonaveri, quien se encontraba expulsado y entró a la cancha para agredir al árbitro, además de algunos jugadores.
En síntesis, el final fue bochornoso y ni siquiera el ingreso de los efectivos policiales afectados al operativo pudo frenar inmediatamente la violencia, que aumentó cuando simpatizantes de Unión saltaron el alambrado perimetral para golpear al árbitro.
Martínez recibió un par de puñetazos desde atrás mientras tomaba del brazo a un “sacado” Bonaveri.
Después de cinco minutos de gresca, algunos policías alcanzaron a rodear al juez del partido y otros se encargaron de mandar a los vestuarios a los integrantes del plantel de Unión. Lo peor había pasado, aunque el informe de Martínez sería lapidario, complicando el panorama del puntero de la zona que, hasta ayer, sólo arrojaba buenas noticias.
Equivocados
De arranque, hay un error en la designación del estadio para semejante partido.
Es cierto que ninguna cancha es segura cuando la mayoría de los violentos ganan la pulseada, pero la de River no parece ofrecer las garantías mínimas. Y encima, el operativo policial resultó deficiente si se tiene en cuenta que recién cuando el partido se disputaba, tras el primer gol de Argentino (a los 13’ PT), se separó a las parcialidades en el mismo sector de la tribuna.
Hay error de Martínez, es cierto, pero no por sus fallos -acertó en la mayoría, sin dudar- sino por su forma de conducción, por algunos gestos corporales que exasperan y generan rechazo.
Y hay errores de algunos jugadores y, sobre todo, del entrenador de Unión Central, que protestaron por injusto hasta lo que era justo y se mostraron desesperados innecesariamente. ¿Acaso la presión no era de Argentino? ¿Para qué dilapidar lo bueno que se hizo en un partido donde no había mucho en juego?
Bonaveri debe ser el primero en calmar a su tropa y, sin embargo, es tan sanguíneo que sepulta en un lapso de descontrol su imagen de buen tipo y buen técnico.
En la cancha, se equivocó la defensa de Unión a los 13’ y Julio Gastaldi, delantero de Argentino, lo aprovechó con un remate soberbio, por encima del arquero Maximiliano Ronco, quien debutaba en la primera del aurinegro tras la ausencia de Juan Barrera.
Con el 1 a 0, el equipo de Christian Romero no supo aumentar y Ronco se quedó con un remate de Daniel Vaglio.
Después, a los 24’, quien se equivocó fue la defensa del Albiazul, tras un tiro de esquina que terminó con Pablo Maldonado empujando la pelota al gol, en la puerta del área chica.
Daniel Pérez, quien estuvo cerca de marcar con un tiro al segundo palo, también tuvo su error cuando finalizó la primera etapa, al agredir verbalmente a Martínez y ganarse la tarjeta roja. No obstante, antes de esto, Guillermo Arce también perdió su chance, mano a mano con Roberto Bazzani.
Infartante
El segundo tiempo salió no apto para cardíacos. Unión se abroqueló y Argentino dominó sin poder definir sus avances, algunos muy claros.
Un disparo en el travesaño de Germán Danna y un penal que Ronco le atajó a Gonella fueron muestras claras de ello, como así también un tiro libre en el área que terminó con Diego Echevarría salvando en la línea.
En la jugada del penal, vale aclarar, el árbitro había desatado mayor bronca en Unión porque pitó una falta casi invisible en la puerta del área, Gonella hizo rápido el tiro libre y luego Ulises Bonaveri tomó en el área a Gastaldi, sin discusiones.
Más allá de esto, Unión tuvo también sus chances para ganar de contragolpe, dos veces por intermedio de Gudiño, pero Bazzani se lo impidió.
A los 45’, el pibe Turina (quien había saltado desde el banco) metió un centro al primer palo y Ramiro Cortez ajustició a Ronco de cabeza (2-1). Después Vaglio no liquidó con un remate elevado.
Pero esto no quedó allí. A los 48’, también se equivocó Bazzani, dejando corta una pelota que vino en centro por tiro libre de Echeverría. Entonces Gudiño puso la pierna y anotó el empate que Leonardo Márquez celebró “incitando a la violencia”, según palabras del propio árbitro, que resolvió expulsarlo en el acto.
El asunto es que hubo un yerro más, el de Ronco, quien no puso firme la mano izquierda luego de un remate alejado de Gonella. Y el 3-2 de Argentino se escribió así, con el último tiro.
Lástima que, tras el pitazo final, la violencia empañó todo.
El árbitro
Los gestos de José Martínez en la manera de conducir el partido, aunque con aciertos en muchos fallos, exasperaron a los jugadores de Unión. Se equivocó en dejar seguir el partido, aunque tras el 2-2 expulsó a Márquez y tal vez por ello prolongó el juego. No penó con tarjeta a Gastaldi por una fuerte infracción y cobró una falta, previa al penal, que sólo él pudo ver.
La figura
A pesar de que le atajaron un penal, Gabriel Gonella siguió en su tónica de jugar y hacer jugar a sus compañeros. Al final, marcó el gol de la victoria. En Unión, bien Pascual Gudiño, autor del segundo tanto.
Unión Central 2
Ronco 5
Ledesma 5
Echevarría 6
Márquez 5
Pino 5
Gudiño 6
Maldonado 5
Delfino 6
Pérez 4
Bonaveri 6
Arce 5
DT: Carlos Bonaveri
Argentino 3
Bazzani 5
Braun 5
Jacobi 5
Ga. Danna 5
Ger. Danna 6
Gonella 7
Caffaratti 5
Negro 5
R. Cortez 6
Gastaldi 6
Vaglio 5
DT: Christian Romero
Goles: 13’ PT Gastaldi (A), 24’ PT Maldonado (UC), 45’ ST R. Cortez (A), 48’ ST Gudiño (UC) y 52’ ST Gonella (A).
Cambios: 26’ ST Morello x Caffaratti y Pacifici x Negro (A); 30’ ST Arredondo x Arce (UC), 32’ Turina x Ga. Danna (A) y 42’ ST Córdoba x Delfino (UC).
Amonestados: Maldonado y U. Bonaveri (UC); Ga. Danna, Braun y Gonella (A).
Expulsados: ET Pérez (UC) y C. Bonaveri (dt de UC), 48’ ST Márquez (UC).
Incidencias: 20’ Ronco (UC) le desvió un penal a Gonella (A).
Jugado en: Cancha de River.
Arbitro: José Martínez.
Preliminar: Unión 1 - Argentino 0.
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