El entrenador de Unión Central, Carlos Bonaveri, pidió ayer disculpas por su reacción violenta en el partido del domingo y afirmó que el árbitro José Martínez “amenazó los 95 minutos a los jugadores” de su equipo, que finalmente cayó 3 a 2 ante Argentino, en la cancha de River, donde se desató una gresca repudiable.
Sentado en la Redacción de EL DIARIO, Bonaveri dijo estar “muy dolido” y, antes que cualquier comentario sobre los hechos, primero pidió “disculpas públicas a toda la gente del fútbol, a mi familia, al equipo y al club”.
“Realmente la situación que viví ayer fue muy fea y me arrepiento de haberme sacado totalmente”, agregó, para luego afirmar: “Me duele porque hice todo lo contrario al mensaje que uno le da a sus jugadores, por la forma de trabajo, por la educación que le doy a mis hijos, porque fui deportista y sé cómo es esto”.
“Es la primera vez que me pasa en mi carrera y estoy muy mal porque en cinco minutos de locura se complicó todo lo que habíamos trabajado en cuanto a la disciplina, algo por lo que hablamos y mejoramos mucho este año”, afirmó el ex DT de Alumni, Rivadavia, Central Argentino y Bell de Bell Ville.
En ese sentido, el entrenador le pidió a los dirigentes del fútbol local que “se fijen en los antecedentes y tengan en cuenta todas las voces” cuando, desde el Tribunal de Penas, se analicen los hechos del domingo y se apliquen sanciones.
Bonaveri no dudó en decir que todo el problema “lo generó Martínez”, a quien calificó de “soberbio y autoritario” para dirigir.
“En todo el momento estuvo pendiente de lo que sucedía afuera de la cancha, amenazaba con perjudicarnos porque decía que Unión le debía un partido y entró sabiendo que tenía que ganar Argentino, por eso hizo jugar el partido hasta que nos hicieron el gol cuando había pasado el tiempo que había adicionado”, sostuvo.
“Con Argentino no tenemos ningún problema, al contrario, hablo constantemente con sus jugadores y su gente, pero se notó mucho que Martínez entró queriendo que ganara; nos pitó un penal en contra y, como nuestro arquero lo atajó, ahí nomás nos cobró en contra un tiro libre adentro del área, nos expulsó dos jugadores injustamente y se rió en la cara de ellos siempre”, comentó.
En ese sentido, Bonaveri aclaró: “Yo no justifico mi reacción, simplemente cuento todo lo que generó este árbitro, que incita a la violencia permanentemente”.
Además, el DT de Unión remarcó que Martínez y su asistente, Pablo Díaz, “se defendieron con golpes, son policías en la cancha y utilizan ese poder, si se quiere, para hacer cualquier cosa”.
En cuanto a las expulsiones, Bonaveri dio su versión: “Pérez, en el entretiempo, le dijo que ‘tuviera en cuenta y defienda a los que juegan, no a los que pegan’, y ahí nomás Martínez le sacó la roja; cuando yo le pregunté por qué lo echó si no lo había insultado, también me echó a mí”.
“En el entretiempo, les dije a los jugadores que estuvieran tranquilos porque Martínez nos iba a seguir buscando para echarnos a todos, por eso el partido salió tranquilo, no hubo piernas fuertes, pero él no paró de incitar a la violencia y al final complicó todo porque dejó seguir hasta que ganara Argentino”, añadió.
Además, Bonaveri negó que Leonardo Márquez haya incitado a la violencia después del segundo gol del empate de Unión. “Martínez lo echó a Márquez porque le cantó el gol a su lado y porque no se lo banca, es así”.
En ese contexto, Bonaveri deslizó que “tal vez la culpa es nuestra por no haberlo recusado cuando nos designaron a Martínez para ese partido”.
“Unión es un club con poca gente que trabaja en silencio por el fútbol, no tiene un poder en la liga y nosotros nos dedicamos a trabajar únicamente para mejorar en todo sentido, así sea desde lo futbolístico como en el comportamiento del grupo. Por eso -agregó- da bronca que un árbitro que tiene problemas en todos lados, venga y te arruine toda una campaña en 95 minutos”, afirmó.
Por otra parte, Bonaveri recordó que “las dos derrotas que tiene el equipo se dieron cuando nos dirigió Martínez, que ya nos había expulsado jugadores ante Universidad”.
El DT también recordó que “en el torneo pasado, ganamos un partido histórico, con ocho hombres, después que Martínez nos había expulsado a tres jugadores e hizo todo lo posible para que no ganáramos”.
“Entonces sabíamos que nos iba a pitar en contra, pero hay un momento donde no podés manejar la paciencia, él incita a la violencia constantemente”, recalcó.
Por último, el técnico pidió que “se tengan en cuenta todas las voces, que -el Tribunal de Penas- no se guíe sólo por lo que informa Martínez a su gusto y que llamen a periodistas y testigos que vieron su actuación en la cancha”.
“Yo reconozco que me equivoqué y que no debí reaccionar de la forma en que lo hice (ingresando a la cancha tras el pitazo final para agredir al árbitro), pero es la primera vez que me pasa en mi carrera, en cambio él tiene estas cosas cada quince días”, aseveró.
Mientras, desde la dirigencia Unión se espera tratar la situación esta noche, en la reunión de delegados de la Liga Villamariense de Fútbol, con el afán que “no sucedan más estas cosas porque hoy fue Unión, pero mañana serán otros los perjudicados con Martínez, así como sufrieron varios”, según comentaron.