Recientemente, el centro que dirige el oftalmólogo Raúl Martínez Rojas ha incorporado ultramodernos aparatos para el diagnóstico: un tomógrafo de coherencia óptica y un retinógrafo digital tridimensional.
El denominado tomógrafo de coherencia óptica (OCT, por sus iniciales en inglés) desarrolla una técnica de imagen no invasiva que utiliza un instrumento óptico de precisión informatizado capaz de generar imágenes de cortes transversales (tomografías), que se asemejan a los cortes histológicos in vivo.
Se utiliza para escrutar la retina y el segmento anterior del globo ocular. El equipo de la marca Optovue, permite ver las distintas capas de los tejidos oculares.
"Esto es de suma importancia -dijo a EL DIARIO Martínez Rojas- ya que nos permite adelantar el diagnóstico, la evolución y la respuesta a los tratamientos actuales."
La aplicación principal se da en las enfermedades conocidas como maculopatías (del centro de la retina), y en el diagnóstico precoz de lesiones en el nervio óptico.
"Es muy recomendado para pacientes de más de 50 años, sobre todo aquellas personas con antecedentes familiares de enfermedad retiniana", agregó el facultativo, quien agregó que el equipo sólo emite ondas lumínicas, y "no hay radiación ionizante".
Se trata de un aparato único para la ciudad, y poco frecuente en los consultorios oftalmológicos de la provincia, donde no superan la media docena.
Por su parte, el retinógrafo permite realizar fondos de ojos de alta definición, con gran capacidad para visualizar efectos de diabetes, hipertensión, accidentes vasculares, maculopatías, desprendimiento de retina y muchas otras patologías.
Posee una cámara retinal de alta resolución Canon de 20 megapíxeles, desarrollada en empresas de Estados Unidos y Japón.
Estos equipos, sentenció Martínez Rojas, "son otro idioma, otro enfoque en las enfermedades oculares", que produce un mayor nivel de certeza en el diagnóstico, al punto de compararse al salto entre la radiología y la tomografía.
En otro orden, Martínez Rojas comentó que "con el aumento de la expectativa de vida de los pacientes, la patología que aparece como primera entidad a preocuparse es la enfermedad del centro de la retina (maculopatía). Si no se la diagnostica a tiempo, produce la pérdida de la visión central permanente y definitiva. Hay drogas para impedir que esto pase".
Al respecto, para detectar signos prematuros de maculopatía aconsejó "comparar la visión de los dos ojos, ya que siempre empieza por uno de ellos. Conviene ponerse a cuatro metros del reloj de la cocina, por ejemplo, taparse un ojo y ver si una de las agujas presenta una línea recta, o por el contrario se ve ondulada. También se puede probar con el canto de una puerta". Asimismo, recomendó observar una hoja de papel cuadriculado, y registrar si se advierte alguna deformación de la retícula.