“Lo peor que le puede pasar a una producción con metas a largo plazo, como es la agropecuaria, es tener un sistema tributario inestable, sin reglas de juego claras, porque impide saber cuál será el costo impositivo y tener un parámetro –inflacionario, aumento de valor de los ingresos, etc. - que sirva de guía al momento de decidir realizar una inversión”, dijo Néstor Roulet, presidente de Cartez, sobre la decisión del Gobierno provincial de incrementar en un 10% el Impuesto Inmobiliario Rural, además de subir el resto de los aportes del campo en tasas específicas.
“Peor aun tener un sistema tributario que esté a merced de las necesidades monetarias -en la mayoría de los casos, ilimitadas- puede traer como consecuencia no sólo problemas productivos, sino al mismo tiempo provocar resultados contrarios al fin perseguido al elevar el nivel de morosidad”, aseguró.
“Si se aprueba el Presupuesto 2012 tal como ha sido presentado, la producción agropecuaria cordobesa va a desembolsar en el año 2012 prácticamente 200 millones de pesos más que en el año 2011 en concepto de tributaciones territoriales”, dijo.
La extracción tiene origen en un esquema de “Fondos específicos” que, en su momento, fue acordado con las entidades gremiales representativas del sector, con el compromiso de llegar a un consenso para su modificación.
“Si al análisis lo hacemos por cada uno de los ítems, se pretende un aumento del 345% para el caso del “Fondo Rural para Infraestructura y Gasoductos”, del cual hace tres años estamos pidiendo al Gobierno provincial presente una rendición de la aplicación de los recursos sin que hayamos recibido respuesta. La cuestión se agrava con el agregado de la cláusula por la que se aclara que, en caso de no ser utilizado, el monto de dicho Fondo puede ser asignado a otras áreas y lo convierte en un aporte al Tesoro, dejando de lado el concepto fundacional acordado”.
“De aprobarse el nuevo aumento, en 10 años el campo cordobés tendrá un 585% de aumento en su tributación territorial”, afirmó.
Y concluyó diciendo que “si calculamos la presión tributaria final en un cultivo de soja, observaremos que la sumatoria de los impuestos nacionales y provinciales representa un 50% del ingreso bruto del cultivo”.