Eran las 18 del viernes y ya la esquina de Colón y Cañada se llenaba de chicos de colegios, agrupaciones, colectivos y de personas humilladas por la Policía, que con el aval del Código de Faltas detiene por “portación de rostro” y bajo figuras subjetivas como el merodeo.
El objetivo de la marcha fue derogarlo por ser discriminativo y anticonstitucional. Mientras se escuchaban las primeras bombas y los cantos a la Policía, sus efectivos miraban para otro lado y a algunos se los veía molestos. Es cierto entonces que la verdad molesta y más cuando llegaron pibes con gorras hasta el centro sin poder ser detenidos y dijeron lo que sentían.
Mientras iban caminando José María “Bichi” Luque, integrante del Colectivo, dirigía la batuta agitando y diciendo lo que sentía y sacándose un poco de eso que tiene adentro por haber sido apresado muchas veces por solamente portar rostro. “En las ciudades del interior se torturan a las personas con el miedo, ésta es nuestra respuesta con una marcha pacífica” se escuchaba en el altoparlante. “Por quinto año consecutivo nos sentamos a discutir cómo nos organizamos, de qué forma discutimos a los actores políticos que nos imponen sus leyes, sin escucharnos, clasificándonos. Nos consideramos actores políticos capaces de discutir. Queremos ser parte de la sociedad, con la cultura de sobrevivencia que nos permite construir la identidad y porque desde ella enfrentamos los miedos y somos libres. Estamos cansados de la tortura, del Código de Faltas, de esta Policía que no ayuda a la democracia”.
Una de las chicas de La Bisagra Consuelo González, le comentó a EL DIARIO que “es una manifestación de las más importantes del Colectivo que buscan que se terminen los abusos policiales y derogar el Código de Faltas, una herramienta de la provincia que criminaliza a muchos sectores”. Comentó además que “actualmente son 45 mil casos por año, en la provincia se detienen a un pibe por minuto”.

@ El acto en la plaza

En la plaza San Martín se leyó el documento donde se señaló que los responsables de la crisis de la seguridad están en el poder y desde ahí controlan e intentan imponer una forma de vivir. luego el actor “Toto” López, interpretó la fábula del Hombrecito y del Vigilante. La misma refleja la persecución policial que sufre un joven, al punto de decidir convertirse en policía y terminar sintiéndose perseguido por él mismo.
Las organizaciones como Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, AMMAR, Red Buhito, Colectivo Ampliación Pueyrredón, La Bisagra, Cátedra de Estrategia de Intervención comunitaria, Secretaría de Extensión Universitaria, SEAP, La Minga, CTA, La Revuelta Murguera, Jóvenes Promotores de Salud de Villa Allende, Libres del Sur, Barrios de Pie, Secundarios Arriba, Movimiento Universitario Sur, Corriente Peronista Nacional, El Andén, Programa Sol, fueron agradecidas por los pibes del Colectivo y nombradas una por una. El cierre fue a pura música con Entangados, Muy Volá y Calle en la Rima.

Juan José Coronell