Ante la muerte del compañero Cristian Ferreyra del Mocase-VC, el pasado miércoles 16 de noviembre, trabajadores y trabajadoras de La Minga y compañeros del Grupo Solidario Oncativo expresamos cuanto sigue:

Hoy contamos para el país con una vergüenza más y una libertad menos

El último asesinato del compañero Cristian Ferreyra militante del Mocase-VC nos evidencia no sólo en el repudio y en la denuncia, sino en el compromiso de no permitir más muertes de compañeros y compañeras que sufren la persecución y hostigación directa en sus espacios de trabajo, de reunión y hasta de recreación, por parte de agentes y representantes del poder económico dominante, al que nos enfrentamos todos los días.
Entendemos la muerte de Cristian como una de las consecuencias más nefastas del enfrentamiento contra un modelo cuya clara estrategia es la de poner en marcha distintos mecanismos, tanto sutiles como coercitivos para acabar con la biodiversidad de los recursos y de los seres humanos, en pocas palabras, con la vida.
Con el avance de la mecanización intensiva, el uso elevado de fertilizantes químicos y de agrotóxicos, que representan una agresión ambiental, causando degradación de los recursos naturales y representando un peligro para la salud y la vida de las personas, se ponen de manifiesto los distintos dispositivos y agentes garantes de la eficacia con que opera este modelo de producción voraz y violento: guardias privadas, policías, jueces y fiscales provinciales y locales. Es por esto que no es casualidad que el mismo juez que hoy está a cargo de la causa del asesinato de Cristian, es el juez que mantuvo preso por más de una semana a Ricardo Cuellar, otro compañero del mismo movimiento.
Esta connivencia del poder político a través de los aparatos del Estado con los empresarios, es una clara muestra de la pérdida de soberanía política en el campo como espacio de especulación y lucro destinado al libre albedrío del capital privado nacional y transnacional.
Consideramos a este hecho como muchos otros que han sido silenciados o escondidos, como un llamado más de atención a las organizaciones sociales y populares que luchamos y avanzamos en la construcción de un proyecto de sociedad no capitalista, a que digamos: ¡Basta de criminalización de la protesta y la lucha social, basta de muertes de compañeros y compañeras!
¿Cuántos más como Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, los cuatro compañeros asesinados en Jujuy, Javier Chocobar y Cristian Ferreyra, tendrán que caer para que tengamos un sistema democrático real que garantice los derechos de las grandes mayorías?

La lucha por la tierra…
Por el trabajo…
Por el ambiente…
Por la igualdad de género…
Es la lucha por un Estado soberano e igualitario.

Cooperativa de Trabajo La Minga Ltda.
Trabajadores Sin Patrón
Grupo Solidario Oncativo