A requerimiento del fiscal de Cámara y con el acuerdo de la Defensa, la jueza Silvia Saslavsky de Camandone le impuso ayer una pena de 10 años y ocho meses de prisión a un tambero que dio muerte de cinco balazos al encargado de un campo ubicado a 15 kilómetros al sur de la localidad de Pasco, luego de discutir por una supuesta acusación de la víctima.
La condena recayó sobre Héctor Julio Moyano, de 62 años de edad, quien fue declarado autor responsable de “homicidio simple, agravado por el uso de un arma de fuego”, luego que confesara haberle disparado a Luis Alberto Gasparoni, de 47, en horas del mediodía del pasado martes 8 de marzo.
Moyano, nacido en Villa María el 16 de setiembre de 1949, admitió que el trágico episodio fue el resultado de una disputa que mantenía con Gasparoni, a quien le recriminó haber involucrado a su hijo en un hecho que, según el tambero, no había cometido.
Amenazándolo con una carabina marca Mahely calibre 22, con mira telescópica, Moyano le advirtió al encargado del predio: “¡No te metás con mi familia!”. Y de inmediato le reprochó: “Vos acusaste a mi hijo de faenar un torito y llevárselo”.

Cinco balazos

Al parecer hubo una acalorada discusión, y cuando las palabras se terminaron, el tambero disparó cinco veces. Los proyectiles impactaron en la humanidad de Gasparoni, provocándole cinco orificios de entrada (sin salida), cuatro en la región de flanco y cadera izquierda, y el quinto en zona abdominal inferior derecha.
Gravemente herido, el encargado del predio rural, perteneciente al productor agropecuario Pacífico Pierigi, afincado en Pasco, fue trasladado al Hospital Pasteur de esta ciudad, donde falleció alrededor de las 9.30 de la mañana del día siguiente.
Moyano no se dio a la fuga y fue detenido por la Policía en el lugar del hecho.
Gasparoni estaba domiciliado en avenida Francisco Rocca 285, en la localidad de Pasco, y antes de quedar a cargo del campo de Pierigi se desempeñó como tambero, tarea que compartió con quien luego le daría muerte.

El marco legal

El trabajador rural fue condenado a tenor de lo establecido por los artículos 79 y 41 bis del Código Penal de la Nación.
La primera de las normas legales precisa puntualmente que “se aplicará reclusión o prisión de ocho a 25 años, al que matare a otro, siempre que en este Código no se estableciere otra pena”.
En tanto, el artículo 41 bis indica que “cuando alguno de los delitos previstos en este Código se cometiera con violencia o intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego, la escala penal prevista para el delito de que se trate se elevará un tercio en su mínimo y en su máximo, sin que ésta pueda exceder el máximo legal de la especie de pena que corresponda”.
Por este motivo, la pena mínima del “homicidio simple” (ocho años) se eleva a 10 años y ocho meses, que fue la que se le impuso a Moyano ya que, además de confesar el hecho, carecía totalmente de antecedentes.
Y por tratarse de un convicto primario, el tambero sentenciado podrá acceder al beneficio de la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la condena impuesta, siempre y cuando observe buena conducta durante el período de detención.

Abril de 2018

Para ello, deberá completar exactamente siete años y 40 días entre rejas, con lo cual estará en condiciones legales de dejar la cárcel de barrio Belgrano a mediados de abril de 2018. Y para entonces, Moyano tendrá 68 años de edad.
También participaron del juicio oral y público el fiscal Francisco Márquez y la defensora oficial Ana María Díaz, mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.