Los abusos sexuales que tienen como víctimas a niños y niñas son los casos que predominan en las estadísticas del Centro de Atención Interdisciplinaria para Víctimas de Delitos contra la Integridad Sexual. Y son los que más se prolongan en el tiempo, porque permanecen silenciados.
Esto es lo que afirmó ayer Estela Granja, una licenciada en Psicología que trabaja en Villa del Rosario y fue invitada a Villa María a dar una charla en el IPEM Rosario Vera Peñaloza de barrio Las Playas. La profesional integra el citado centro, que depende del Consejo Provincial de la Mujer en Córdoba.
En el marco del Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, que se conmemora hoy, se realizan diversas actividades en la ciudad. Ayer, Granja llegó a la mañana a la referida escuela secundaria y participó de un taller con adolescentes de entre 15 y 17 años. La idea clave fue repensar la manera y los modos de relacionarse que tienen los jóvenes y particularmente los adolescentes. Se utilizaron vídeos.
Si bien fue grande el grupo de estudiantes que participó, no por eso conspiró con la posibilidad de que se realizaran preguntas sobre situaciones de violencia que han padecido y demás.
"Las preguntas llevaron a poder repensar que estos espacios promueven la posibilidad de detener el círculo de la naturalización de la violencia y revertir estos hechos, porque no necesariamente la persona que es violentada debe repetir el día de mañana la violencia", señaló Granja a EL DIARIO.
La profesional dijo que históricamente los hechos de violencia existieron pero "hoy se los encara de otra manera, abriendo las puertas, no dejando que quede silenciado".

Hablar es una de las claves

"Hay que poder nombrar lo que genera la violencia, las causas, los síntomas, para que las escuelas, que muchas veces son los ámbitos en los que se evidencian estos casos, para que las maestras cuenten y conozcan los recursos que tienen para colaborar y acompañar a los alumnos", señaló.
Advirtió que los medios de comunicación así como ayudan muchas veces a luchar contra la violencia -cubriendo eventos como los de ayer, por ejemplo- en otras situaciones pueden incentivarla.
"Es importante utilizar la comunicación de buena manera. El hecho de que en la sociedad exista cada vez menos diálogo conspira contra la lucha contra la violencia. Uno observa que ni siquiera a través de los teléfonos celulares se dialoga, se envían mensajes de texto abreviados, en código. Hoy se llega más al acto, a la agresividad y no hay diálogo", remarcó.
La psicóloga puso énfasis en que se abran espacios que promuevan la verbalización de situaciones, "para que se empiece a repensar si la situación de violencia que pueden estar viviendo es común o natural o si pueden revertir" el cuadro.
"Las charlas, la información, llevan a que la gente hable. O cuando un caso testigo es disparador de la actitud de decir ‘hasta acá soporte, quiero otra cosa para mi vida’. Es importante que existan no solo las ganas sino las posibilidades de cambiar, por eso nos acercamos a la escuela, a la universidad", manifestó.
La profesional dijo que en algunas clases sociales o culturas la mujer sigue siendo la más vulnerable, pero afirmó que las estadísticas que tienen en el Centro de Atención Interdisciplinaria para Víctimas de Delitos contra la Integridad Sexual revelan que la mayoría de los abusados sexualmente son niños y niñas.
"Lo más difícil es que permanecen silenciados durante más tiempo, porque la sintomatología aparece en el cuerpo y esto es más difícil de detectar", expresó.