¿Cuáles son las razones por las que la señal televisiva infantil Pakapaka no es incluida en el abono básico de Cablevisión? Quizás la negativa sea consecuencia del conflicto entre el grupo Clarín -al cual pertenece este operador de cable- y el Gobierno nacional. Sin embargo, si buceamos un poco más quizás encontraremos que también está en disputa la configuración de los sentidos de los más pequeños.
Tal vez haya observado la siguiente escena en un centro comercial: un niño está serio, a veces patalea, llora y hasta grita como medio para obtener un juguete. El adulto responsable debe optar entonces entre poner límites o bien comprar el objeto reclamado. Si elige la primera alternativa quizás deba soportar el capricho y la mirada de todos los que lo rodean; si adquiere el bien probablemente le haya dado al niño una señal: si se encapricha obtiene lo que desea.
Vale preguntarnos entonces, ¿dónde están las raíces de esos comportamientos? ¿Son consecuencia en parte de lo que promueven los medios de comunicación dominantes?
Daniel Thomas Cook, afirma “Uno de los puntos centrales de la formación de las personas y de los valores morales en la vida contemporánea consiste en la familiarización de los niños con los materiales, medios de comunicación, imágenes y significados propios, referidos o relacionados con el mundo del comercio.” Así nuestros niños suelen estar expuestos a intensas campañas publicitarias que buscan incrementar las ventas de sus anunciantes en lo inmediato, y a la vez ir configurando los consumidores del mañana.
Algunas veces esas campañas publicitarias llegan a promover entrelíneas que nuestros niños se encaprichen para conseguir los bienes promocionados, con expresiones tales como: ¿todavía no lo tenés? Al respecto, la consultora Lucy Hugles llegó a afirmar: “Entre el 20% y el 40% de las compras no se hubieran hecho si el niño no hubiera fastidiado a sus padres (…) el comprador puede manipularse para que quiera y compre los productos.”
En este sentido, Cablevisión incluye señales infantiles que contienen pautas publicitarias, destinadas a persuadir a nuestros niños, como lo son Disney Channel, Nickelodeon, Cartoon Networt, Disney XD, Discovery Kids, Boomerang, Disney Jr. Esas pautas publicitarias en muchos casos, promueven productos corporativos e importados, que van desde la comida rápida, alentada por un payaso que muestra “una cajita feliz”, pasando por juguetes, y llegando hasta indumentarias con la figura del personaje del momento. Asimismo ciertas programaciones están cargadas de hábitos, costumbres y valores foráneos, a lo que se le suelen sumar escenas violentas que promueven como diversión.
Simultáneamente, esta operadora de cable niega el espacio en su abono básico a Pakapaka, la señal del Ministerio de Educación de la Nación, cuya programación educativa y de entretenimiento omite anuncios publicitarios. De esta manera, pareciera que la oferta infantil de Cablevisión tiende a dar lugar a señales cargadas de contenidos que pueden incidir en la vida familiar y social. A las corporaciones sólo les interesa la rentabilidad presente y futura; el dinero es para ellos, las consecuencias para nosotros: una sociedad cada vez más alejada de sus tradiciones en la que prima ser consumidores de sus corporaciones y no ciudadanos comprometidos con nuestra realidad.
Beto Lorenzati
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