|
|
|
|
|
|
|
Esfuerzo. Damián Olmedo, en el suelo, busca sostener la pelota ante la doble marca que le imponen Mayco Rodríguez y Facundo Basualdo |
|
|
|
|
|
Escribe: Federico Gazzoli
Una victoria muy trabajosa, ya que jugó prácticamente todo el partido con un hombre menos, consiguió ayer por la tarde en su cancha Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio al derrotar por 2 a 0 al mejor equipo de la instancia clasificatoria, Atlético Ticino, en el encuentro de ida de los cuartos de final.
No comenzó para nada bien la tarde para los dueños de casa ya que además de mostrarse muy nerviosos y complicados a la hora de tener la pelota y de generar juego, cuando tan sólo habían transcurrido 5’ del inicio del cotejo sufrieron la pérdida de un baluarte en la mitad de la cancha.
Es que José Navarro fue a presionar a Diego Torres pero puso su codo derecho sobre el rostro del jugador ticinense y entonces, al árbitro Adolfo Rodríguez, quien seguía bien de cerca dicha acción, no le tembló el pulso para mostrarle la tarjeta roja directa.
Más oscuro aún, como el cielo que amenazaba constantemente con largar agua, se tornó el panorama para los dirigidos por Leonardo Comba que, en inferioridad numérica, le regalaron la pelota a los comandados por Oscar Crespo.
Igualmente, la visita, a pesar de jugar con inferioridad numérica y de ser claros dominadores del esférico, sólo llegaron a inquietar sobre el arco de Matías Tisera en una sola oportunidad cuando, a los 13’, Walter Esquivel intentó con un zurdazo cruzado desde la izquierda que por muy poco se perdió por encima del arco.
Las constantes indicaciones y reproches que llegaban por parte del cuerpo técnico no hacían que los de Tío Pujio mejoraran ni se tranquilizaran, al contrario, pareció que cada vez la pelota lo incomodó más y tal es así que hubo que esperar hasta los 42’ para que el local generara una acción interesante. Fue desde los pies de un Facundo Basualdo que, cara a cara con Diego Fantino, definió muy mal.
Para el segundo tiempo, y con el ingreso de Diego Gabetta en lugar de un Basualdo de muy bajo nivel, las cosas cambiaron bastante ya que Hipólito Yrigoyen se llamó a la calma y a intentar ganar el partido con argumentos válidos.
Y vaya que surtió efecto la variante de nombres en el “Diablo Rojo” ya que, a los cuatro minutos, el ingresado Gabetta originó una jugada por derecha, tocó para Marín quien, tras llegar hasta el fondo, metió un centro atrás y apareció Mayco Rodríguez quien, de “palomita” entre los dos centrales, decretó el 1 a 0.
Con dicho gol, los nervios y las imprecisiones se trasladaron al otro lado debido a que Ticino, abajo en el tanteador, perdió el buen juego que lo caracterizó durante toda la primera fase y nunca más llegó a inquietar sobre la puerta contraria.
Mientras tanto, ya sereno y con la ventaja en su poder, Yrigoyen se dedicó a ordenarse bien de la mitad hacia atrás e intentar sentenciar la historia a través de las inumerables corridas que Marín realizó en cada contragolpe.
El propio goleador volvió a ser protagonista a los 29’ cuando Fantino le sacó al córner un cabezazo que ingresaba pegado al palo derecho. En la siguiente, el anfitrión sacó provechó y estiró la ventaja.
Fue a los 42’, cuando la pelota le quedó a Leandro Grosso dentro del área y, tras eludir a dos rivales con sendos amagues, definió rasante para dejar estancado a Fantino y señaló el 2 a 0.
Eso no fue lo único malo de una etapa complementaria fatídica para el Atlético ya que luego del 2 a 0 Fabián Martínez fue a protestar desmedidamente sobre el árbitro y dejó a su equipo con diez hombres en lo que es una baja importante para el partido de vuelta.
Así concluyó una historia totalmente cambiante para un Yrigoyen que pasó de un primer tiempo opaco a un complemento muy fructífero, que le permitió obtener el triunfo con una buena diferencia ante un Ticino que ahora, en casa, deberá modificar una serie que se le complicó.
El árbitro
Regular arbitraje de Adolfo Rodríguez, quien si bien acertó en las expulsiones y en la mayoría de las infracciones pitadas, en otras estuvo muy celoso y le faltó sacar más tarjetas amarillas.
La figura
Diego Marín no aportó su habitual cuota goleadora, pero sí un gran sacrificio para el equipo; además, con absoluta frialdad, cuando podría haber definido tocó atrás en la apertura del marcador. También fue bueno lo de su compañero Gabetta. Diego Torres fue lo mejor en la visita.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|