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Marianella Pantuso habla con EL DIARIO en su negocio ubicado en bulevar Sarmiento, entre 25 de Mayo y Carlos Pellegrini |
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Marianella Pantuso no imaginó que la noche de domingo le traería una sorpresa tan especial.
Es más, le resultó difícil “creer” que su agencia era la vendedora del Quini 6 revancha con un premio de 1.565.194 pesos.
Pero, la suerte tiene esa audacia de presentarse sin previo aviso.
Seguramente, el apostador tardó, o no, en despertar del letargo al ver a través de las imágenes de la TV caer una por una las bolillas elegidas en su jugada de años: 18, 19, 23, 35, 36 y 39.
Son esas cosas de la vida que forman parte del libro de los sueños y de pronto entran al pago sin golpear y se convierten en reales, tangibles.
“Estaba en un cumpleaños (el domingo 27 a la noche) y me llamó por teléfono un amigo. Me dijo que estaba viendo el sorteo del Quini 6 y que mi agencia había vendido el premio”, contó Marianella a la periodista y al reportero gráfico de EL DIARIO.
La mujer sonrió y siguió su relato: “Le dije a mi amigo ‘no te creo, me estás cargando’, ¿es el Día de los Inocentes?”
No era el Día de los Inocentes ni le estaban jugando una broma.
A los cinco minutos, cuando aún la noticia daba vueltas en su mente, llamó el elegido por la fortuna.
“Apenas corté con mi amigo, estaba en una casa que no es mía y no podía entrar a Internet para saber, me llamó la persona que ganó el Quini.”
El cliente le dijo: “Salieron mis seis números.”
Sorpresa de fin de semana largo.
“Es un cliente que hace diez años sigue las mismas boletas.
Hace cinco boletas fijas y antes del sorteo las viene a buscar”, expresó Marianella.
Nobleza obliga a reservar el nombre del afortunado.
Algunos datos, al azar, ante la insistencia periodística.
“Es un hombre de Villa María, de mediana edad, trabaja..”. No puede decir más pero escucha la siguiente pregunta, la que deambula por las calles: ¿necesitaba el dinero?
Una pausa en el campo de la curiosidad popular y una breve respuesta: “Está bien económicamente”.
Marianella aprendió junto a su padre, a vivir las distintas emociones que genera un negocio relacionado con el azar.
La agencia la abrió su padre en 1978, en 1992 al fallecer su progenitor, ella siguió adelante con “Negro, el 22”.
Vendió muchos premios, cuatro Telebingos, y una vez los cinco aciertos del Quini 6 (muy buena plata) y nadie lo fue a cobrar.
Hoy, a su lista de aciertos agregó un nuevo cartel, el máximo: el millón y medio del revancha.
Un 1%, del neto, queda en manos del agenciero. El cliente por su parte recibirá poco más de un millón ya que le retienen el porcentaje del Impuesto a las Ganancias que ronda el 29%.
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