Lucía y Emiliano no podían creer lo que les decía el ginecólogo hace algunos meses atrás. No sólo les comunicaba la noticia del embarazo, sino que les informaba, que eran tres los bebés.
“No tenemos familiares mellizos ni menos trillizos y tampoco hicimos ningún tratamiento de fertilidad”, dijo Lucía a EL DIARIO, graficando la excepcionalidad de ese embarazo múltiple que llegó a feliz término el 15 de noviembre de este año.
Al cuarto mes de gestación, decidieron instalarse en Córdoba, donde eran asistidos por el obstetra Aníbal Lucero Llorente, “quien es el verdadero responsable de que estemos todos bien”, señaló.
Cuando llegó a las 32 semanas de gestación, le hicieron la operación cesárea por la que nacieron León López Díaz (a las 8.46 de la mañana con 2,050 kilos de peso). Le siguió Pedro, que nació a las 8.48 con 1,710 kilo y el tercero, Martín, dos minutos más tarde con 1,700 kilo.
Desde ese momento están en incubadora en la Clínica El Sol, la misma que registró tres triples nacimientos en noviembre, lo que fue cronicado ayer por medios provinciales.
Los bebés son visitados mañana y tarde por los padres y los domingos, por los felices abuelos.
“Los primeros días perdieron un poco de peso, estuvieron con respirador, pero ahora están recuperando los gramos perdidos. Cuando lleguen a 2,300 kilos, les van a dar el alta y volveremos a Villa María. La verdad, es que no veo la hora de estar allá”, dijo.
Lucía es locutora y directora de Protocolo de la Municipalidad de Villa María.
Ahora, inicia una nueva etapa con Emiliano y los tres pequeños.
“Estuvimos leyendo mucho, aunque no hay tanta información de cómo criar tres bebés juntos. Lo que tenemos claro es que vamos a tener que pedir ayuda, porque somos dos papás para tres niños y no vamos a poder solos”, indicó.
El otro tema que deben afrontar tiene que ver con lo económico. De sólo pensar que la familia, ahora numerosa, necesita 24 pañales por día, da una idea de los gastos que tienen que afrontar.
“Estamos preparados, contamos con el apoyo de la familia y los amigos y además, lo vivimos con mucha felicidad”, dijo.
De todas maneras, todo es un poco más complicado. “Por ejemplo, los changuitos triples no entran en las veredas, así que compramos uno doble y uno simple. La cunita es una y los vamos a poner por ahora todos juntos, porque nos dijo el doctor que tienen que estar cerca, porque se extrañan”, agregó.
“Cuando Emi dice que le gustaría tener una nena, yo me río y pienso: y si vuelven a ser trillizos???”, bromeó.
Por ahora, disfrutan el momento y ansían la hora de poder estar juntos para vivir como una familia, que, como el nacimiento triple, es excepcional.