Por Juan José Coronell
-¿Qué fue y cómo está Experimendo, tu espectáculo?
-Buena pregunta porque me lo estaba empezando a preguntar de vuelta. Experimendo se convirtió en lo que yo quería. Cuando ya venía gente y me preguntaba por Capusotto o Cha Cha Cha, entendía que estaba eligiendo mal a la gente. En realidad la idea era buscar, en lugares que no son muy explorados por vos, respuestas a cosas que hacen el porqué no lográs hacer lo que tenés que hacer. Salen las cosas que decís que harías. Las cosas que tenés que hacer y no las hacés, las cosas que no te das cuenta que estás haciendo y que estás haciendo mal, tus vicios, tus pavadas. En tu discurso. Todo el mundo tiene un discurso para expresar lo que no hace o una disculpa bien hecha. Juntar personas que se den cuenta que da vergüenza el discurso de uno mismo. A veces.
Por otro lado, es compartir con la gente lo que hace. Como una chica cordobesa que labura y le daba de comer a los pibes. Esa gente es la que está revolucionando porque ayuda a los que están alrededor. Cuando alguien ve que hace algo, el de al lado lo hace por empatía. Experimendo trajo una cosa indirecta. Empecé a plantar árboles en mi campo y todos se me reían, pero porque no sabían que iba a hacer con la fruta, pues la voy a vender. ¿Y qué produjo? Lo que se me da la gana y eso a la gente le gusta. La pregunta es a usted ¿qué se le da la gana?
-¿Qué es el proyecto cha3Dmubi?
-Si llegaba a los 100 mil iba a hacer Cha Cha Cha. Lo único es que la gente está pagando anticipadamente la entrada y va a tener el programa que ella quiera. Antes de que le pague a Roger Waters que tiene todo hecho, va a pagar lo que quiere ver con tres programas. Pero en un teatro a ver lo que quiere ver. Ese ritual hace que yo pueda seguir haciendo las cosas. No me paga ni Suar ni Codevila, me pagas vos si vos querés que yo lo haga. Es revolucionario.
Mira, los periodistas de investigación son trabados por los mismos diarios que tienen intereses creados sobre lo que se investiga. Si querés hacer lo tuyo no tenés lugar en un diario, entonces se fueron al blog. Yo no tengo lugar en la tele, por eso me voy a los teatros. Entonces vos entrás a los teatros a tal hora y no pagamos aviso ni nada, la gente sabe que a tal hora y tal día tiene que estar en un teatro. Utilizamos de la mejor manera los medios que nos da esta idea, como Twitter.
Humor, TV y críticas
-Volviendo un poco a Cha Cha Cha. ¿De dónde sacaban las ideas ustedes, por qué fueron visionarios de muchos programas posteriores a ustedes como Juzguemos a los otros y después se vio con Moria Casán, Lía Salgado y ahora con Cuestión de Peso?
-A mí me parece que no hay nada más horrible que la adjetivación. La adjetivación peyorativa es cruel y siempre tiene adentro algo que lo pone al hijo de Cormillot en un lugar donde explica por qué vos sos gordo y hacés mal. Ahora ¿a Claribel Medina donde la puede poner? Yo veía el programa con una nena de 13 años gorda viendo cómo obligaban a un pibe gordo a decir que tenía una relación con otro hombre y por eso no se iba a pesar todos los días a la misma hora. La nena se dio cuenta que algo pasaba, de cómo no le decían que era idiota pero le hacían sentir eso.
-¿Por eso odiás a los dietólogos?
-Absolutamente. Es alguien que matándote a vos y haciéndote sentir que sos una porquería, demuestra que es genial. Mas presión a la gente para que adelgace, más geniales son ellos. Y eso no es nada, es basura y me paro frente a cualquiera para discutir. De la misma manera que no me aguanto a la gente que le dice judío a un judío de manera jodida o p… al que no lo es. El respeto es lo más importante porque por la falta de él se mata.
-Cuando hable con mis amigos, que me preguntaban si vos hablabas en serio, les voy a decir que sí…
-No, no diga nada. Eso es ignorancia. El que llegó acá fue usted (risas).
-Los mismos me decían que hacías humor para porteños. ¿Existen diferentes tipos de humor?
-El humor cordobés, decile a tus amigos, es gracioso si uno viene con el chip cordobés. Porque el chiste armado de los humoristas en el cordobés tiene una cuestión de reentender el chiste que ya sabemos.
El humor para porteños esta muy equivocado. Porque llovió a llenar los teatros donde me presenté y sin hacer un solo chiste. Yo no hago chiste. Yo digo c… de odio porque los hice cagar de risa dos horas y no hice un p... chiste. Yo no le toco el negocio a nadie, yo no sé hacer chistes. Soy malo haciendo chistes.
Lo mío es piña, piña, palo.
-¿Por eso te gusta la sorpresa y no la rutina?
-No sé a donde voy. Capaz muero. No se quién es la chica, la quiero encontrar, enamorarla y me tiene que querer más y hay que tomar distancia para que haga falta. Por eso prefiero ir a Chaco, a otros lados donde no me tienen siempre, ni cerca. Y en tu cabeza la idea principal funcionó, ya está en tu forma de entender el humor y el humor es líquido que se mueve constantemente.
Si te hago reír entro por tus terminales nerviosas, por tus ojos y logro una convulsión. Es muy placentera. Somos drogadictos del placer. Así que dígale a sus amigos que se vayan a lavar bien el o… (carcajada).
-El año pasado en una nota decías que respetabas mucho el humor cordobés y que no podés hacer cualquier cosa acá porque el cordobés toma un chiste, lo rearma y lo devuelve y también dijiste que acá tenemos a un showman como Cacho Buenaventura y que en Las Vegas sería Frank Sinatra. Vos, ¿quién serías en Las Vegas?
-Yo, eh… y, sería otro. En Las Vegas, estaríamos en Las Vegas. Qué buena pregunta y es verdad lo que pienso. ¿Que sería? Eh, profeta en otra tierra. No sé si me quedaría ahí. Cantaría más. Ah la mierda... me mataste. Siempre me preguntan por uno u otro y les digo que no me gusta. El único que creo que es una bestia, escuchame, es Robbie Williams. Se pasó la vida haciendo reír, es genial ese tipo. No hubo en el siglo pasado, ni en éste, alguien como él.
-¿Y acá en Argentina?
-De todo el mundo admiro un poquito. Pero sí detesto a los que están haciendo lo que no deben hacer y lo hacen igual. Al que realmente admiro es porque es bueno, pero no respeto al que no tiene que hacer lo que hace.
-¿Por ejemplo?
-Mirá el stand up. El único que lo puede hacer es Pettinato y no lo hace. Es el único que se puede parar y defenestrar y reírte es el. Eso es el stand up y no Cabito, Schultz. Son noteros que al estar desocupados escriben una notita graciosa de la mujer, de lo que les pasa en la vida. Y lo peor es que lo están imponiendo. Y eso es una porquería. Son rebusques de barrio Palermo.
Ser humorista es… vas a morir hijo de p... te voy a matar. Y cuando ves a uno que te puede matar lo admiras, porque es un don. Es lo más competitivo que existe.
Casero Consejero y confesor
-¿Cómo te llevas con la idea de ser multifacético, es una forma de expresar algo de muchas maneras?
-A veces me enojo con la música y dejo de ser músico, a veces me enojo con la trompeta y dejo de tocarla y me enamoro de la flauta irlandesa y la toco. Como un niño que juega con muchos juguetes. Que se te van antojando. Antojo, que no sabes por qué aparece.
No hay un camino entendible de por qué llegué a Japón y hago las cosas. Hay una voluntad inquebrantable de una mula vieja. No tengo otra cosa más que eso.
Cosa que les recomiendo a todos. Porque no hay nada a que no llegues si no empezás a hacer. Si no ponés la misma cantidad de empeño a la salida, en el medio y al final y eso es lo más jodido.
¿Usted tiene 23? Bueno, va a arrancar a los 29 su vida seriamente. No porque usted no sea serio, sino porque el mundo te va a decir que sos serio. Acá me pasó con Claudio Fantini. Un tipo muy inteligente, yo lo vi bien de chico, bien de abajo hasta que lo leo en Le Monde y porque se basa en su terco pensamiento de mula hacia donde va. Lo que tenés que hacer es mantenerte en el lugar, tenés que estar ahí.
Hacer otro movimiento es perder energía al pedo. A los 29 te dejan jugar con los grandes y es una buena edad para empezar. Porque ahí lo hacés por el honor.
-¿Cambias algo de lo que hiciste?
-No. Me gustaría revivir las buenas cosas porque lo pasé bien. Y las cosas que pasé mal fue por mi culpa eh, por no saber.
-¿Es cierto que jugaste al béisbol y que el país debería practicarlo más?
-Sí y softball también. Con un amigo queremos poner una escuela en San Luis. Me parece muy inteligente y piola el deporte. Además, con él tenés más picardía y destreza y, además, inteligencia de ver dos o tres jugadas más adelante.
¿Cómo definís a Estese Confuso, tu show que brindaste en Córdoba?
Es un ritual. Donde comparto con mucha gente nuestras risas, las cosas que tengo para reírme y de las cosas que se ríen ellos. Yo en Córdoba tengo el récord de carcajadas. Después no se mucho que es lo que hago porque todavía no lo tengo claro.
-¿Alfredo Casero cómo me define a Alfredo Casero?
-Un artista de varieté y cantor. Productor de huevos, carne de gallina, cerdo y carnes. De alfalfa y hortalizas un cultor de la soberanía alimentaria y un revolucionario silencioso y despacito. Porque si no, después aparecés en las remeras y hacés papelones. No podés morir en Bolivia (risas).
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