El jefe de la Policía Federal Argentina del país, el comisario Enrique Capdevilla, subrayó que “la gente es remisa” a denunciar a quienes venden drogas “porque son vecinos” y advirtió que “no es sencillo” comprobar que se está comercializando estupefacientes. La respuesta se dio cuando EL DIARIO le preguntó por qué a veces los ciudadanos conocen a los que suministran drogas y sin embargo parecen moverse con total impunidad.
El alto funcionario policial destacó que a la droga “hay que combatirla con todo” y llamó a “no ser tibios” para combatir “el peor flagelo, no sólo de Argentina sino de todos los países del mundo”.
Capdevilla fue abordado cuando se retiraba del Centro de Jubilados Villa del Parque de Villa Nueva, donde el Concejo Deliberante lo distinguió como uno de los embajadores de la ciudad, por haberse destacado más allá de las fronteras de su localidad natal. Se rescató su labor.
El comisario fue uno de los más aplaudidos de la noche y recibió un caluroso afecto por parte de los villanovenses.
En su discurso, expresó que “a todos lados donde voy no dejo nunca de decir que soy de Villa Nueva” y luego fue ovacionado cuando declaró que “me peleo cuando dicen que soy de Villa María”.
Consultado por la prensa, señaló que desde su rol como conductor de la Policía Federal del país tiene “muchísimos desafíos” y en ese sentido subrayó la búsqueda de “la seguridad de una gran urbe como es la Capital Federal”.
“Tenemos que afianzar la seguridad ciudadana en las calles, con policías en las calles, con el recorrido en patrulleros” y “a posteriori, afianzarlo con brigadas, investigación sobre drogas, toxicomanía, el peor flagelo en todos lados”.
“Cuando el policía llega a usar el arma, falló todo lo demás”, recalcó luego.
“El gran tema es la droga. No hay que ser tibio para enfrentarla, hay que hacerlo con todo”, manifestó y confirmó que en octubre se superó la cantidad de droga secuestrada respecto a 2010, lo que lo vinculó al trabajo “coordinado de Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Aeroportuaria”.
Sostuvo que la ministra de Seguridad Nilda Garré “hace una conducción brillante”.
“No es tan fácil atacar directamente” al que vende drogas. “Se necesita armar judicialmente la prueba. Hay que comprobarlo, y se hace con declaraciones, denuncias, filmaciones. Todo eso lleva su tiempo”, afirmó.
“La gente es remisa a denunciar porque son vecinos”, aclaró.
Capdevilla dijo que nuestra zona es de tráfico y “todo va hacia la Capital Federal y de ahí, vía Ezeiza o el puerto, al resto del mundo”.
“Los precios, trasladados a Europa o Asia, hacen potenciar un negocio de 100 a 10 mil”, alertó.
En tanto, cuando EL DIARIO le hizo alusión a denuncias de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que luchan contra la trata de personas en el país, que dicen que muchas veces cuando se ordenan operativos en prostíbulos e irrumpen las fuerzas de seguridad no se encuentran evidencias del delito, deslizando que hay connivencia policial, evitó profundizar y dijo: “Hoy la división Trata realizó un procedimiento en la zona del Gran Buenos Aires respecto a la modalidad en trabajo esclavo, en una plantación de arandos, y resultó que 95 personas fueron liberadas”.
“Vivían hacinados, con el sistema de cama caliente. Gracias a denuncias de vecinos y a dos integrantes que se pudieron escapar” se logró desbaratar, indicó.


Ciudad vivible. Capdevilla se mostró como un villanovense orgulloso de su tierra. Dijo que llegó adonde llegó gracias a su base, “de mi colegio Mitre y del Instituto Secundario Pío Ceballos, que apuntalaron el accionar de mi vida”. “Nunca me fui de la ciudad”, graficó.
“Veo muy cambiada esta ciudad. Es una localidad plenamente vivible. Es para vivirla plenamente”, concluyó.