Escribe: Diego Pellegrini (h)

Otra vez Hipólito Yrigoyen instalado en semifinales de la Liga Villamariense. En esta ocasión, eliminando a Atlético Ticino en su propia casa, producto del empate en uno.
Pesó mucho en la serie la gran victoria del equipo de Leonardo Comba conseguida en Tío Pujio, esa diferencia de dos goles le permitió al visitante manejar los tiempos de este partido revancha, según le indicaba el cotejo.
Atlético salió a vender cara la derrota y no le alcanzó. Con mucha gente de vocación ofensiva, el local intentó de principio a fin, pero en pocas ocasiones pudo complicar decididamente al rival.
Con la cancha complicada por la lluvia de la siesta ticinense, producto de los diez milímetros caídos, a ambos equipos les costó hacer pie casi durante todo el cotejo.
En la primera media hora, fue Yrigoyen quien impuso condiciones de juego. Esperando ordenado, el visitante cerró de manera perfecta los caminos hacia el arco de Tissera y entonces a Ticino el partido le costó, pese a que en cancha estaban Torres, Coria, Plaza y compañía.
La primera fue para Gabetta, quien no pudo impactar de manera precisa; en la siguiente, Basualdo quedó de cara al gol pero llegó el cierre correcto de Elías Acosta.
Atlético, que no le encontraba la vuelta al partido y con descuidos defensivos, recién a los 17 tuvo su primera chance con un tiro libre de Russo que tapó Tissera.
Yrigoyen buscó explotar con Gabetta por la derecha y Morre por la izquierda y por momentos, ganó y generó peligro, aunque se topó con dos buenas intervenciones de Fantino.
De a poco, con el correr de los minutos, los dirigidos por Oscar Crespo empezaron a ganar y jugando bien abiertos. Lo hizo Plaza por la derecha, y después Torres por el sector contrario, pero en ninguna de las dos situaciones hubo receptor dentro del área, como para empujar al gol.
Claro que eso fue un anticipo de lo que llegaría minutos después, cuando a los 36’, Ismael Rodríguez desbordó por derecha y envió un centro envenenado; Tissera dudó y se complicó por el barro del área chica y apareció Coria para empujar el balón al fondo de la red.
El 1 a 0 le dio al local la tranquilidad de saber que el sueño de remontar la serie estaba más cerca. Pero la ilusión duró poco, ya que a los 44’ Yrigoyen ganó por izquierda de la mano de Mayco Rodríguez, la pelota dio en Olmedo, descolocó a Fantino, y el esférico quedó en los pies de un Marín que no hizo más que empujarla al gol y colocar el 1 a 1.
Ese fue el mojón del encuentro, ya que esa jugada sepultó las posibilidades de Atlético, que otra vez se vio a dos goles del empate global.
El complemento tuvo la misma tónica de la primera etapa. Atlético yendo a matar o morir e Yrigoyen esperando para sorprender con alguna contra.
Y dentro de ese panorama, quien salió beneficiado fue el equipo de Tío Pujio ya que los piolines no se movieron más.
Morre lo tendría con un disparo desde afuera del área que tapó Fantino y Marín también tuvo la suya, pero falló increíblemente.
Claro que el ticinense también tuvo lo suyo a través de ganar constantemente por la derecha; desde allí surgió un disparo de Plaza.
A medida que corrieron los minutos el local se vio cada vez más asfixiado, dependiendo de alguna individualidad de los hombres de ofensiva, con Ayrton Páez e Ignacio Negrini ya en cancha. Sería justamente Páez quien lo tendría de cabeza, pero su chance salió cerca del horizontal.
Los de Comba aguantaron, ya sin Ortiz en el campo producto de una lesión, y ponían todas las fichas a liquidarlo, aunque Basualdo no podría luego de una gran jugada individual producto de una tapada de Fantino.
Ticino jugó sus últimas fichas, pero ya no le alcanzó. Yrigoyen expuso toda su valía y salió airoso en una llave complicada, demostrando que está entero y con ganas de más.

La figura

Franco Ortiz apuntaló a Hipólito Yrigoyen cuando el rival buscaba incesantemente el gol. Fue el central quien se encargó de sacar absolutamente todo. Buen partido de Diego Gabetta por la banda.

El árbitro

Ricardo Olmedo, tuvo una discreta actuación aunque sus errores no influyeron en el trámite del partido. Le faltaron algunas tarjeras rojas por agresiones mutuas entre rivales. Bien en las amarillas.