Boston, fue uno de los pocos discos del llamado rock corporativo, que contuvo el germen de algo más, comparativamente hablando y teniendo en cuenta la insulsa producción que otros grupos semejantes habían lanzado por aquellos años, al promediar la década del ‘70. La creación de Tom Scholz, que grabó una considerable cantidad de maquetas en el estudio de su propiedad, ubicado en el sótano de su casa, incluía seis de las ocho canciones que finalmente incluyó el LP debut titulado "Boston" y que obtuvo una impresionante acogida entre el público joven de ambas márgenes del Atlántico.
El álbum captó tanto al mercado que vendía su placa, como así también a las radioemisoras diseminadas alrededor del mundo que difundían cotidianamente sus melodías intensas provistas de una inteligente instrumentación. Inmediatamente de estar en las góndolas de las disquerías, la obra se convirtió en el long play debut más vendido, con 17.000.000 de unidades en los diferentes mercados que adquirieron el producto musical. La banda pasó de ser virtualmente desconocida, a poner el cartel de "no hay más localidades" en los escenarios donde se presentaban a desarrollar sus conciertos en vivo. La canción de apertura del disco larga duración, titulada "more than a feeling" (más que un sentimiento), se convirtió en un éxito automático en las emisoras de radio, principalmente en las norteamericanas y británicas, alcanzando el puesto Nº 5 y el Nº 22, respectivamente, en las listas de esos dos países. El vinilo de los Boston también incluía obras reflexivas que, si bien no encajaban en la línea de la balada, se movían en esa dirección. Se destacaban en esta realización acotada y exitosa, canciones como "hitch a ride" (Llévame a pasear) y la que cierra el disco, "Let me take you home tonight" (Llévame a tu casa esta noche), entre un puñado de otras también contenidas en el producto lanzamiento de los músicos.

Aquelarre en Bell Ville

En este apartado con el que habitualmente concluyo con mis entregas semanales, mi selección de lo anecdótico tiene que ver con la presentación de uno de los grupos de rock nacionales que inusualmente por aquellos años, deambulaban por la zona haciendo sonar sus instrumentos y acompañando la expresión de sus voces.
En una oportunidad, al promediar los ‘70, mi hermano Rodolfo me invita a disfrutar en vivo del recital de Aquelarre, que se presentaba en una sala céntrica de Bell Ville.
El grupo venía ungido de cierto prestigio, porque básicamente era un desprendimiento de Almendra, y por ende trasuntaban una cadencia almendrista que se percibía en el tono de sus canciones. Recuerdo a Emilio Del Guercio y a Rodolfo García (ex Almendra ambos), tocando sobre el escenario bellvillense, una de las versiones más difundidas de Aquelarre, titulada "Violencia en el parque", una producción que ellos mismos habían compuesto. El promotor del recital fue el locutor de radio Universidad de Córdoba, Mario Luna.
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO