Escribe: Diego Bengoa,
enviado especial

Ya a las 8 de la mañana, los alrededores del Congreso de la Nación se encontraban colmados de militantes. Se distinguió, en su mayoría, a adolescentes y jóvenes. Mientras, en los bares de la zona las pantallas de televisión devolvían la transmisión en directo de todos los canales sobre las instancias de la reasunción de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Entre la multitud se divisaron a varios villamarienses. Por ejemplo, Rosana Gamba, quien no quiso faltar a la cita con una mandataria que admira.
Camila Perassi, de 17 años, también viajó a la Capital Federal para compartir el acontecimiento histórico junto a una amiga y su hermano Bruno, de 11 años. “Toda mi familia es kirchnerista. Personalmente, apoyo este proyecto porque me siento muy bien representada por Cristina”, confió la adolescente a EL DIARIO.
“Formo parte de los jóvenes a los que Cristina atrapó. Esta es la generación del Bicentenario, que se vuelca a la política y la ve como una herramienta para sacar el país hacia delante”, resaltó la chica mezclada entre banderas y bombos de cientos de agrupaciones que atestaron las inmediaciones del Parlamento, en apoyo a la mandataria.
“Siempre sentí simpatía por Néstor y Cristina porque mi papá es muy K. Sin embargo, previo a la muerte de él (el ex presidente), era una militante pasiva. Cuando falleció, me encontré llorando y entristecida; allí empecé verdaderamente a militar”, contó.
“A muchos de mi generación nos sucedió eso. Esa fue la explosión de la juventud”, advirtió y dijo que a Cristina le admira, en esencial, su fortaleza. “Tenía dos opciones: o quedarse a llorar por semejante pérdida, o conducir un país con 40 millones de personas. Decidió continuar y no aflojó en nada”, afirmó. Ahora, Camila le pide que le preste más atención a la ecología, enumera a la minería y a la ley de glaciares. También le demanda que “no de un paso atrás en nada”.
Otros de los villamarienses que se observaron por aquí son Ignacio Inglese (16) y Augusto Niedfeld (19). Ellos hicieron las veces de coordinadores de un contingente de 46 personas que partió del Partido Justicialista de Villa María el viernes a la noche y en el que iba a ser de la partida Gastón Accastello, el hijo del intendente y de la diputada Nora Bedano, pero que finalmente no lo hizo. En ese colectivo también estuvieron jóvenes militantes de la capital cordobesa.
“A esto lo teníamos pensado desde hace tiempo, porque teníamos muy en claro que Cristina ganaría las elecciones y por amplio margen. Era el sueño de nosotros, los jóvenes, después del conflicto de 2009”, apuntó Augusto a EL DIARIO. Sostuvo que la presidenta “lleva sus palabras a los hechos y es eso lo que uno valora; su discurso está lleno de valores y utopías y construye desde los hechos y no sólo desde las palabras”.
Inglese, en tanto, miró más allá del cristinismo o el kirchnerismo. “Para mí, venir hasta acá es ser nacionalista y defender y respaldar a cualquier presidente que haga las cosas bien, sea del signo político que sea”, subrayó y vaticinó cuatro años “más de prosperidad”.
“Le pido a ella que siga haciendo lo que vino haciendo, así tendremos una Argentina próspera”, declaró ante nuestra consulta. Augusto, en tanto, manifestó que si bien Fernández “conducirá el país, somos los jóvenes los que tenemos que profundizar este modelo para que perdure más allá de los cuatro años de este segundo mandato”. También consideró que es necesaria una fuerte actividad legislativa en este nuevo período.
La música de Vicentico sonaba desde los parlantes, mezclándose entre los bombos y los cánticos de masivos grupos conformados, en su mayoría, por jóvenes. Así, Cristina llegaba al Congreso envuelta en una generación con la que parece estar de luna de miel.