Escribe: Federico Gazzoli
La lluvia y el granizo fueron los principales protagonistas en la tarde de Tío Pujio donde se pudieron enfrentar el local Hipólito Yrigoyen ante Colón de Arroyo Cabral por una de las primeras semifinales de la Liga Villamariense hasta que estas dos inclemencias climáticas se hicieron presentes para derivar en la suspensión del encuentro que, hasta los 18 minutos de la complementaria, se encontraba con el marcador en blanco.
Antes del diluvio ninguno de los equipos fue lo suficientemente eficaz, profundo ni demasiado superior sobre su rival como para establecer una ventaja sobre el otro.
El partido se jugó mucho en la mitad de la cancha producto de las imprecisiones de uno y otro a la hora de trasladar el esférico; como si eso fuera poco cada vez que se aproximaron (a cuenta gotas) sobre la puerta contraria el peligro fue despejado por los defensores o guardametas.
El que arrancó mejor fue la visita que, promediando el primer tiempo, se organizó en ataque para llevar peligro sobre el arco custodiado por Matías Tisera. Primero a los 21´ cuando José Fernández metió un cabezazo que fue despejado sobre la línea por Maximiliano Burello y, dos minutos después, con un tiro libre impulsado por Lucas Giménez que se salió muy cerca del palo derecho.
Yrigoyen, en tanto, además de no inquietar el “Rojinegro”, sumó problemas ya que el elenco de Leonardo Comba perdió una nueva y vital pieza en su defensa por lesión (en la semana se lesionaron Ortiz y Fonseca), ya que Diego Acosta, quien venía sobrellevando problemas físicos y el cuerpo le pasó factura a los 13 minutos y lo obligó a dejar el campo de juego siendo remplazado por Andrés Ferrero.
Luego del sofocón cabralense, los locales encontraron un poco de calma y a los 26´ se aproximaron al arco contrario cuando Germán Brignone sacó al córner un remate que Mayco Rodríguez realizó desde la media luna luego de un buen contragolpe.
En el complemento, ya con los nubarrones amenazando constantemente, no hubo mucho que observar: sólo un tiro libre de Lucas Morre que Brignone sacó al córner cuando se disputaban 13 minutos.
Inmediatamente después el cielo se quebró y la lluvia provocó un trámite con más dientes apretados que nunca ya que cualquier distracción podía pagarse caro; pero las intenciones fueron en vano ya que, acompañado por un fuerte diluvio, también saltó a escena el granizo y ello provocó que acertadamente el árbitro Diego Gallo decidiera suspender el encuentro para dejar el final de esta historia con puntos suspensivos…
El árbitro
Regular arbitraje de Diego Gallo. En el primer tiempo por momentos cobró casi todo a favor de Colón, lo que perjudicó a un Yrigoyen que sufrió tres amonestaciones en dicho período ante ninguna cartulina para los cabralenses por infracciones que también merecían dicha sanción.
La figura
Maximiliano Burello. En lo que llegó a jugarse del partido, el zaguero central tiopujiense fue lo mejor. Se mostró muy seguro y alejó el peligro sin complicaciones. Además, asumió la responsabilidad de ser la voz de mando de la defensa ante la ausencia de Ortiz.
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