Luis Eduardo Manna (31) pasó buena parte de los últimos 11 años de su vida entre rejas. Y ayer, la Cámara del Crimen de Villa María le impuso la quinta condena (cuarta de cumplimiento efectivo), que lo dejará en la cárcel hasta fines de abril de 2012.
Es que “Manita”, como se lo conoce en el ambiente policial y carcelario, es un multireincidente que admitió en los últimos procesos penales que su adicción a las drogas lo pone “nervioso y violento”.
En agosto de 2008, cuando le aplicaron una pena de tres años de cárcel que debió cumplir en su totalidad, precisamente por su particular perfil delictivo, llegó a declarar que era su intención “hacer un tratamiento para curarme definitivamente (de las drogas), ya que empecé varios pero nunca pude dejar de consumir”.
En la víspera, luego de un acuerdo entre la Fiscalía y la Defensa y al cabo de un juicio de trámite abreviado, el camarista René Gandarillas terminó sancionándolo con un año y dos meses de prisión, que al igual que en la causa anterior, tendrá que purgar completamente.
Detenido desde el 21 de febrero de este año, cuando ingresó ilegalmente a un complejo de departamentos y luego amenazó a un efectivo policial con una picana eléctrica, Manna tendrá que consumar íntegramente los 14 meses de cárcel de esta nueva condena, por lo que recién estará en condiciones legales de obtener la libertad el 21 de abril de 2012.
Ocurre que al frondoso prontuario judicial que registra “Manita”, se suman su adicción a los estupefacientes, su agresiva personalidad y una muy mala conducta disciplinaria en la cárcel de barrio Belgrano.
Esos mismos agravantes fueron los que, a mediados de 2010, complicaron su excarcelación cuando solicitó la aplicación de la “libertad asistida”, un instituto legal que les permite a los convictos reincidentes salir de prisión seis meses antes del cumplimiento total de la pena impuesta.
De haber observado buena conducta durante aquella condena de tres años aplicada en agosto de 2008, Manna podría haber recuperado la libertad en julio del año pasado. Sin embargo, no le concedieron la “asistida” y debió purgar completamente la sanción.
Lo sorprendente es que estuvo libre apenas un mes y medio (había salido el 4 de enero pasado), habida cuenta que volvió a delinquir el 21 de febrero.

La última "aventura"

Ese día, alrededor de las 14.30, “Manita” ingresó ilegalmente a un complejo de departamentos ubicado en Salta 1261, acompañado por Cristian Adrián González, quien también fue detenido y luego procesado por este hecho, aunque pudo evitar una condena porque solicitó la suspensión del juicio a prueba, o “probation”, ya que no registraba antecedentes.
Un vecino del lugar dio aviso a la Policía y pocos minutos después un par de efectivos arribaron al lugar y apresaron a González. En cambio, Manna se dio a la fuga, ganó la terraza del complejo habitacional y desde allí saltó hacia una vivienda contigua, ubicada en Salta 1251.
Desde allí, y blandiendo una picana eléctrica, intimidó al policía Clemente Daniel Ayala, a quien desafió diciéndole “¡vení cagón, saltá… vení si tenés huevos; te voy a dar con esto!”, al tiempo que accionaba el artefacto, que emitía un arco eléctrico de alto voltaje. Pese a ello, los uniformados lograron detenerlo, sin recibir lesiones de ninguna índole.
Por ese episodio delictivo Manna fue procesado y ayer condenado como coautor de “violación de domicilio” (junto a González) y autor de “amenazas calificadas” por uso de arma impropia.
Luis Manna nació en Villa María el 11 de junio de 1980 y registra último domicilio en Jujuy y La Quiaca, en barrio Nicolás Avellaneda.
Además del juez Gandarillas, intervinieron en el proceso oral y público de la víspera el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y el abogado defensor Cristian Barbero, mientras que la secretaria actuante fue Marcela Mattalía.

Las condenas anteriores

El 17 de noviembre de 2000, Luis Manna fue juzgado por primera vez en la Cámara del Crimen de esta ciudad por nada menos que 17 acciones delictivas y recibió una condena de tres años de prisión de ejecución condicional, es decir en suspenso.
En aquella oportunidad fue declarado autor responsable de “amenazas” (cinco hechos), “lesiones leves” (tres), “privación ilegítima de la libertad calificada” (dos), “resistencia a la autoridad” (dos), “violación de domicilio” (dos), “encubrimiento”, “coacción” y “portación de arma de uso civil”, imponiéndosele una pena de ejecución condicional por tratarse de un convicto primario.
Apenas seis meses y medio después, más precisamente el 31 de mayo de 2001, en el Juzgado Correccional se le impuso una pena de un mes de prisión por hechos de “lesiones leves” y “amenazas calificadas” por uso de arma blanca, todo a raíz de una pelea callejera, aunque debió unificarse dicha sanción con la anterior, en una única sentencia de tres años de cárcel, esta vez de cumplimiento efectivo.
Manna obtuvo la “libertad condicional” luego de cumplir las dos terceras partes de la condena impuesta. Sin embargo, el 3 de setiembre de 2004 nuevamente la Cámara del Crimen local lo sentó en el banquillo, esta vez por un hecho de “amenazas calificadas”, y le impuso un castigo de un año y seis meses de prisión, que fue unificado en cuatro años y tres meses, y declaración de primera reincidencia, con aquella sanción aplicada en el Juzgado Correccional.
La cuarta y penúltima condena aplicada por la Justicia se produjo el 22 de agosto de 2008, cuando el mismo cuerpo judicial villamariense lo sancionó con tres años de cárcel que tuvo que cumplir en su totalidad, tras declararlo autor responsable de los delitos de “amenazas” (tres hechos), “lesiones leves”, “desobediencia a la autoridad judicial” (dos hechos), “coacción”, “robo” y “encubrimiento”.
A todo esto se debe agregar que, siendo menor de edad, “Manita” tuvo numerosas entradas a la Policía por hechos de “robo”, “lesiones” “amenazas”, además de distintas contravenciones, tales como “merodeo” y “resistencia a la autoridad”, entre otras.