Tras la denuncia de la docente Sonzini
La defensa de los
desvalidos y la
lucha por la justicia,
sólo es auténtica
de la mano de la verdad
Señor director:
Ante las versiones dadas a este medio, los días 6 y 7 del corriente, la Comunidad Educativa de la Escuela Nocturna “Doctor Ricardo Rojas”, luego de debatir en asamblea institucional, resuelve que es necesario dar la versión de los hechos en cuestión, ya que se prestan a confusión algunas informaciones, a saber:
-Nuestra escuela es la "Doctor Ricardo Rojas", y no la “Abraham Juárez”, como se afirma el día 6. La inexactitud, es entendible, ya que a pesar de estar en el año del Jubileo, los medios de Villa María no tienen la obligación de conocer nuestra existencia, además, uno de nuestros lemas es una cita del gran poeta y revolucionario cubano José Martí, y que dice lo siguiente: "Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar.” Y así trabajamos diariamente, en el silencio...; pero somos el resultado de los esfuerzos de grandes y honorables maestras y maestros y de numerosísimos alumnos que han pasado por nuestras aulas.
-El segundo punto es que no denunciamos a nadie, sólo llamamos a las Fuerzas de Seguridad, ya que vimos cómo dos jóvenes ingresaron por unas ventanas de la escuela, y como en numerosas ocasiones hemos sido víctimas de sustracciones de celures, portafolio y algunas otras cosas, hicimos lo que cualquier persona física, en nuestro caso, institucional, haría en situaciones similares.
-El tercer punto es relatar los hechos de los cuales miembros de nuestra comunidad educativa fuimos protagonistas. Al momento de arribar la fuerza policial, lo primero que hicimos fue interpelarlos sobre la necesidad de ingresar a la escuela con un arma, que no nos parecía lo adecuado. Uno de los uniformados, el que llevaba el arma, responde que no puede dejarla en la camioneta por motivos de seguridad. Ingresan luego por las ventanas, hacen un recorrido en el interior, no encuentran nada, salen e ingresan al patio perimetral descubierto. Tampoco encuentran nada, piden los datos de la docente que los estaba atendiendo y se disponen a retirarse. En ese momento, cuando la docente se dirigía por la ciclovía a la entrada de la institución, se encuentra con una persona que, luego se entera, es Mónica Sonzini, que la increpa de forma autoritaria, más propia de la época del proceso que de tiempos de democracia, ya que tenemos la libertad del diálogo, con estas palabras: "Usted es la docente que denuncia a criaturas de siete años que salen a cazar palomas para comer". Frente a lo inesperado de este dicho, se le refiere que lo único que habíamos hecho era llamar en ocasión de ver a personas ajenas a la institución, ingresar por una ventana.
Es en ese momento en que se le pregunta quién es y ella, muy ofuscada, da su nombre y apellido, agregando que ella escribe y denuncia a los medios las irregularidades y atropellos que se cometen. A continuación y en tono amenazante refiere que es una vergüenza que estemos trabajando en una escuela en ese estado, pues lo que tendríamos que hacer es estar sentados en la vereda haciendo piquetes, en reclamo. También agrega que nunca vio reclamos y denuncias de nuestra parte. Ante dicha aseveración, se le contesta que los reclamos los efectuamos por la vía jerárquica correspondiente. Hace mucho hincapié en la cuestión del arma, de haberlo permitido sin más ni más, a lo que se le refiere lo que se había hecho, y para corroborarlo, nos acercamos a los policías que se estaban retirando, para que escuche por boca de ellos lo actuado referente al arma. El policía responde que así era. Entonces la docente comienza a agredir verbalmente a los mismos, diciendo que eso hacían, salir a buscar niños indefensos, que cazaban palomas para comer. Sigue la discusión con palabrotas irreproducibles de parte de la docente, pero nosotros no sabemos bien en qué términos se desencadenó la llamada del personal de policía femenino. Lo que sí observamos y oímos luego, varios miembros de la comunidad, es la resistencia durísima y los fuertes gritos hacia los policías, como también que arrojó al piso un aparato que estaba en el móvil.
@ Finalmente, vimos que la camioneta se alejó.
-Por último y sin hacer juicios de valor, sólo agregamos que vivimos en este país, en esta ciudad, donde conocemos fuertes hechos de abuso, de parte de la Policía. Pero en este caso NO FUE ASI. Es como que se cuentan dos películas distintas. Y como diría José Martí: "Conocer es resolver".
Cordialmente.
Comunidad Educativa de la Escuela Nocturna “Doctor Ricardo Rojas”
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