A requerimiento del fiscal Francisco Márquez y con el acuerdo de la defensora oficial Silvina Muñoz, el camarista René Gandarillas le impuso ayer una pena de tres años de prisión a un joven que asaltó una tienda local, a la que ingresó con el casco puesto para evitar ser reconocido.
Se trata de Mauro Guendulain, de 29 años de edad, quien fue declarado autor responsable de “robo calificado” por uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se pudo acreditar, aunque también fue hallado culpable de “hurto simple reiterado”, por la sustracción de cuatro bicicletas que se encontraban en la vía pública.
El juicio fue abreviado porque Guendulain confesó haber cometido todos los hechos que se le atribuían, el último de los cuales terminó por dejarlo entre rejas a mediados de julio pasado, ya que una minuciosa investigación, apoyada en un vídeo registrado con una cámara de seguridad del negocio asaltado, posibilitó que el ladrón fuera identificado y detenido apenas un par de días después.
En efecto, una filmación obtenida con una cámara instalada en el negocio, sito en bulevar España y Santa Fe, en Villa María, le permitió a la Policía conocer detalles de la moto Honda Wave en la que el sujeto había arribado para consumar el atraco.
Guendulain ingresó a la tienda con el casco puesto y, empuñando lo que asemejaba ser un arma de fuego (aunque nunca fue encontrada, por lo que no se pudo determinar si era de verdad o una réplica, o si estaba apta para el disparo), desapoderó a la dueña del local de la recaudación del día y se dio a la fuga velozmente en su moto.
El vídeo fue fundamental para identificar al ladrón, en base al casco, la moto y las prendas de vestir que llevaba.
Tras ser detenido, se constató que el asaltante tenía otra causa pendiente por el hurto de cuatro bicicletas, cometidos entre 2002 y 2006, por lo que fue juzgado y condenado por todos los hechos.