Un hombre de 33 años fue detenido ayer en Oliva, acusado de “privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con acceso carnal agravado” en perjuicio de una joven de 24 años de nacionalidad paraguaya.
La detención del sujeto, identificado como Carlos C., oriundo de Bahía Blanca, se registró durante el allanamiento realizado alrededor de las 13 en una vivienda ubicada en la calle San Martín 275 de la mencionada localidad.
Durante el operativo fueron secuestrados, además, dos pistolas calibre 1125, un revólver calibre 22 largo, una escopeta calibre 1270, 12 cajas de municiones de distintos calibres, dos notebooks, un GPS, dos cámaras fotográficas, un equipo de radio (se investiga si interceptaba la frecuencia policial) y varias prendas de vestir, todos elementos que serán evaluados por los peritos policiales.

s Pesadilla
en la mañana

Todo comenzó cuando el detenido llegó, alrededor de las 6 de la mañana, a la whiskería La Diosa, ubicada sobre la ruta provincial 10 que une Pampayasta con Oliva, a unos 5 kilómetros de esta última.
Tras beber una copa, según manifestaron fuentes allegadas a la investigación, Carlos C. habría solicitado los “servicios externos” de una alternadora (la joven paraguaya de 24 años) y así la trajo hasta la vivienda que habita en la calle San Martín de Oliva.
Mantuvieron relaciones sexuales. Ella le pidió que usara preservativo (a lo que el hombre accedió) y, hasta allí, todo parecía transcurrir por los carriles habituales.
Una noche más de juerga para él.
Una noche más de trabajo para la joven.
Pero, según denunció la víctima, a partir de allí comenzó la pesadilla.
“Bueno, es hora de irme”, dijo ella, pensando que había cumplido con sus servicios, por los que el sujeto había abonado en La Diosa.
El, entonces, sacó una arma de fuego. Una pistola calibre 1125. La amenazó y la redujo. Con el frío cañón del arma recorrió el cuerpo desnudo de la muchacha.
De acuerdo con la denuncia, la obligó a consumir algunas drogas (pastillas y algo de cocaína) y la obligó a tener sexo varias veces más y sin usar condón.
Eran, a todo esto, alrededor de las 9 de la mañana.
Aparentemente agotado, Carlos C. cayó vencido por el sueño.
Pero ella no podía pegar un ojo. Cuando lo escuchó respirar acompasadamente, sumido en un sueño profundo, se levantó de la cama y aprovechando que las llaves estaban puestas en la puerta de calle, huyó, sin tiempo para ponerse toda la ropa.
Con el torso desnudo y presa de un shock emocional, la alternadora ganó la calle pidiendo auxilio.
Un vecino que advirtió el estado de nervios en que se hallaba la chica, la llevó en su coche particular hasta la Comisaría.
Allí, un poco más calmada, formuló la denuncia. Además de narrar por lo que había pasado, la chica manifestó que su captor tenía armas en la casa.

Un amplio operativo

Inmediatamente, varios efectivos y tres patrulleros montaron un operativo para cercar la casa de la calle San Martín con el propósito de allanarla, detener al morador y confiscar las armas.
Ingresaron.
Hallaron a Carlos C. en la cama. Intentó huir, pero no lo consiguió.
Lo esposaron.
Durante el operativo, los efectivos policiales incautaron todo lo descripto al iniciar esta crónica, incluida la ropa de la chica y la ropa interior y de cama del hombre, todo lo cual será sometido a estudio en la Policía Judicial de Córdoba.
Cabe consignar que Carlos C. tiene antecedentes policiales por “estafa” y algunas contravenciones, indicaron fuentes cercanas a la investigación.

A Córdoba

La muchacha fue trasladada ayer a Córdoba, donde le brindarán contención psicológica y se le efectuarán estudios ya que, como se dijo, fue obligada a mantener relaciones sexuales sin la aconsejada y debida protección.