A su río y su extensa costanera, a su Catedral y sus museos, a sus plazas, a sus universidades, a su Festival de Peñas y su Anfiteatro, a su Medioteca y su Tecnoteca... Villa María le agregó anoche una Peatonal que evidentemente llegó para quedarse, por el caluroso recibimiento de la gente y porque a diferencia de los intentos anteriores (de los años `70 y `90) el mobiliario urbano “plantado” en el lugar no tiene viso alguno de ser temporal.
Todo comenzó en la esquina de San Martín y Corrientes, donde el intendente Eduardo Accastello, el secretario General de AERCA Miguel Genovese y el titular de Acovim Roberto Salomón (acompañados por funcionarios y concejales locales y por otros llegados de Villa Nueva y localidades de la región) procedieron a realizar el corte de cintas. Entonces sonó el primer aplauso de la noche, a pedido del maestro de ceremonia Alberto Luna.
Enseguida se descubrió la placa que lucirá en algún punto de la Peatonal. En ese momento Accastello dejó que al protagonismo lo asumieran Genovese y Salomón, junto con Jorge Morelli, de la Cámara de Comercio de AERCA.
Los tres últimos le entregaron luego una plaqueta recordatoria al jefe comunal y entonces surgió un segundo gran aplauso.
El tercero fue cuando se encendieron las luces, ya que no sólo las modernas farolas iluminan, sino también unos árboles simulados, cuyas hojas son lamparitas del tipo led que convirtieron al paseo en una suerte de postal de otras latitudes. Había muchísima gente (a las 21.50 la Policía hablaba de 7.000 personas) y una mayoría apreciable aceptó el convite del conductor de la velada para gritar “Villa María te amo”, como reza el nuevo eslogan del municipio.
Esa gran cantidad de público estaba ubicado a lo largo de toda la cuadra, algunos sentados en las sillas de las confiterías.
Llegó el momento de la nostalgia, cuando ingresó el Siam Di Tella con el que se grabaron capítulos de la serie setentista Rolando Rivas Taxista. Por detrás, un Cadillac. De ambos coches (pertenecientes al museo Familia Don Iris) descendieron parejas que a mitad de cuadra bailaron un tango.
Y más nostalgia sobrevendría instantes después, cuando el cantautor Daniel Altamirano entonó la canción “Los amantes de Córdoba” frente al Café La Madrileña, donde se ubica la historia de amor que narra.
Luego una murga “atacó” por la misma esquina de San Martín y Corrientes, mientras otra hacía lo mismo desde San Martín y Buenos Aires. Se encontraron a mitad de cuadra y tumba que tumba y que tumba tumba. Hasta los zancudos danzaron.
Sobre el final ingresó Doña Jovita en su monopatín y desde entonces hasta el final la fiesta se tornó risa y sonrisa. Fue una fiesta de la gente, sin discursos, pero con sentidos aplausos.

LAS FOTOS:

1- Fuegos artificiales para el momento de la apertura

2 y 3- Villamarienses, villanovenses y vecinos de la región se dieron cita anoche en la primera cuadra de la calle San Martín y brindaron efusivos aplausos a los impulsores de la iniciativa tras el corte de cintas y a los artistas que dijeron “presente”, como Doña Jovita, que retribuyó con afecto. Uno de los momentos más emocionantes que se vivieron en la apertura de la nueva Peatonal fue cuando Daniel Altamirano cantó “Los amantes de Córdoba”, que comienza diciendo “Café La Madrileña”, precisamente frente a esa confitería

4- La placa que se verá en la Peatonal villamariense

5- Genovese de AERCA y el intendente municipal Eduardo Accastello